Envió al Senado iniciativa de modificaciones a la Constitución para revertir las reformas energéticas aprobadas en 2013. Su pretensión, regresar a los monopolios del Estado en la generación, distribución y control de la energía eléctrica, al igual con el petróleo y sus derivados.

La senadora Lily Téllez, adelantó que el presidente asistirá al Senado en la semana para convencer a la oposición, no sin antes advertir que: “habrá que hacerle frente al violador serial de la Constitución”.

López Obrador, dispuesto a todo para doblegar a la oposición legislativa en ambas Cámaras. No requiere demasiados votos para concretar su objetivo. Le basta con “presionar” a unos cuantos, sean con amenazas, intimidaciones u ofrecimientos para conseguir que el Estado recupere el monopolio energético, eliminando de la competencia a la iniciativa privada, con quien el gobierno tiene suscritos infinidad de contratos.

¿Resistirá la oposición los “cañonazos”? Será la primera muestra de unidad y de fuerza de los grupos parlamentarios del PAN, PRI y PRD, además del “grupo plural” recién constituido en el Senado. Esa oposición fue la que aprobó las reformas que permitieran la libre competencia en mercado energético, que el Estado mostrara sus fortalezas para competir, no solo gozar de la irresponsabilidad que lo ha caracterizado en México, ante la inexistencia de la competencia para mejorar la prestación del servicio.

López, sin embargo, utilizando su mentalidad retrógrada, aquella que vio florecer la ineficiente burocracia que caracterizó a los mercados de la CFE y Pemex. Intenta volver al pasado violentando derechos adquiridos. En los 3 años de gobierno de la 4T, han probado inequívocamente la ineficiencia de ambas paraestatales; son un “barril sin fondo” en el consumo de recursos públicos, no generan y sí gastan miles de millones de pesos. Con López y sin él, no han probado su capacidad de ser mejores en el mercado de la competitividad.

Quiere la protección del Estado para las empresas, no está dispuesto a cambiar. Renuente a modernizar ambas paraestatales y acceder a nuevas tecnologías a las cuales se han incorporado los Estados modernos que confrontan la contaminación ambiental. Por eso Dos Bocas y la compra de una refinería en el extranjero. Es más sencillo seguir produciendo electricidad y combustibles con tecnologías caducas. De lograr su objetivo el gobierno de López tendría el absoluto control en ambos campos: la manipulación de los energéticos.

Analista legislativo. @HectorParraRgz

Google News