A dos meses de su inicio, la sección denominada “¿Quién es quién en las mentiras?” en las conferencias de prensa matutinas de Palacio Nacional ha dejado más sinsabores, críticas y contradicciones, que aportes al debate público o satisfacciones a la ciudadanía.

La ausencia de verificación de datos, poca contextualización, prisa por atacar y señalar a periodistas antes que contribuir con elementos para desmentir sus publicaciones; así como la falta de claridad, estructura y rigor periodísticos en la conducción, han provocado una especie de efecto boomerang al gobierno federal.

Desde el miércoles 30 de junio, fecha que comenzó el “quién es quién”, ha permeado una consecuencia opuesta a aportaciones en un Estado democrático.

Sin embargo, considero útil enfatizar que el trasfondo de la “sección” implica un ejercicio necesario para la ciudadanía y las audiencias de medios en México: identificar quiénes son los medios, locutores y comunicadores (sí los hay) que tienden a tergiversar datos o información en sus publicaciones, no proporcionan el contexto necesario sobre una problemática, o mienten bajo el disfraz de “línea editorial” o libertad de expresión.

Una Alfabetización Mediática e Informacional (AMI) sería una herramienta que ayude en este sentido. Otra opción: instancias académicas, asociaciones y colectivos fuera de Poderes institucionalizados, con credibilidad, trayectoria y prestigio, tendrían que convertirse en los encargados de evidenciar las prácticas que no abonan a la publicación de información con calidad y rigor.

¿Por qué es importante poner énfasis y atención en la transmisión de noticias? Existen varios factores. Adriana Solórzano, especialista en derechos de las audiencias, académica y periodista con trayectoria en medios públicos, dio y explicó varias ideas dentro del foro “El papel del monitoreo noticioso en el modelo de comunicación política”, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE).

Durante el evento del viernes 3 de septiembre, Adriana resaltó la importancia que tiene el tratamiento que dan los medios a las coberturas informativas, sobre todo en procesos electorales.

“Una cobertura con perspectiva de derechos humanos incide en la profundización de la democracia. Una cobertura con perspectiva de género impulsa el avance de las mujeres en el ámbito político”, fueron dos ideas que mostró en pantalla y enfatizó la especialista, quien participó junto con la Mtra. Beatriz Solís, Gabriel Sosa Plata, Director General de Radio Educación; y Daniel Moreno, director del medio digital “Animal Político”.

Sobre la utilidad que tiene “conocer las posturas editoriales de cada medio de comunicación”, Adriana Solórzano señaló que se trata de “un elemento de ponderación” que es necesario, a lo que habría que añadir que permite identificar a qué intereses (políticos, económicos u otros) responde la información publicada por cada medio.

“La postura editorial no obsta (acotación del autor de este escrito: no debe ser un obstáculo) para que las coberturas deban realizarse con perspectiva de DDHH, con solidez y rigor informativo”, manifestó y exhibió en diapositiva Adriana Solórzano, al tiempo que recordó la importancia del derecho a la información y la no discriminación.

Resulta indispensable y básico recordar que la noticia y la producción informativa tienen metodología desde el Periodismo, cimentada en la verificación de datos e información, el contexto, la honestidad y la veracidad.

Las áreas de Comunicación de la Presidencia de la República necesitan ver la urgencia de rectificar y replantear esta sección en las conferencias de prensa. De lo contrario, ceder el tiempo para hablar de más asuntos de interés público, como acciones para contrarrestar la violencia de género, o el fortalecimiento de los derechos humanos.

Por supuesto que es necesario identificar a los mentirosos, mercaderes y bufones de la información (chumeles y medios tipo Latin us siempre habrá), o a quienes no se cansan de evidenciarse como huérfano$ de la publicidad oficial. Sin embargo, el ejercicio y la labor corresponden a las audiencias y otras instituciones, no al gobierno.

Periodista y profesor de la UAQ

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