Llegó con el pie derecho; el crowdfunding -fondeo colectivo- proponía “democratizar” esa aspiración de emprendedores por acceder a un modelo de franquicia, con un monto mínimo. “Invierte en tu marca favorita” y así Play Business, sorprendió por su innovadora plataforma de inversiones a partir de los cinco mil pesos. En situación de estrechez económica como lo ha sido desde el 2018, las marcas poco a poco también fueron seducidas.

Recuerdo a Joan Segura, el joven creador de este portafolio digital que con su aliado, el consultor Ferenz Feher, defendía frente al entonces director de la Feria Internacional de Franquicias, Jude García, la conveniencia de sumar al crowdfunding como una fuente moderna de financiamiento en un evento de tal talla. Jude, se mostró escéptico.

Pero ante condiciones del mercado, dado que la mayoría de los emprendedores apenas disponían en promedio de 200 a 400 mil pesos para invertir en un negocio propio, y aún distantes a la pandemia y a la postre, una nueva contingencia económica, el tema ya preocupaba al sector de la franquicia, y esta convocatoria masiva de inversionistas fue su refresco.

La joya de la corona prometida fue la llamada Cervecería de Barrio, la oportunidad de sentir un “cachito” de negocio propio, contagió e impulsó a más de mil 400 inversionistas. “Podrían llegar y presumir a sus invitados que eran inversionistas de esa franquicia”, con gran popularidad en su segmento.
Pero vino la pandemia...

Y la marisquería o cervecería empobrecida en ventas no pudo responder en las tres sucursales levantadas a su millar de primeros creyentes, no llegó el rendimiento prometido. En su página, Play Business, informa que las empresas fondeadas con su portafolio digital suman 132. Y cuente usted, marcas como: Potzollcalli, McCarthys Pub, Body Brite, La Borra del Café, y muchas más, que le permiten presumir casi las 30 mil inversiones completadas y más de 485 millones de pesos levantados.

¿Qué dicen los expertos en la industria de la franquicia, con dos décadas de seguimiento a sus marcas?

Jaime Castillo, fundador del despacho Inciatus, “hablemos de franquicias, en serio”, de plano, comentó que no cree ni debe existir ell llamado crowdfunding en las franquicias. “Este modelo de negocio debe crecer con los recursos de cada franquiciatario interesado y tenerlo -a cada uno- al frente de su unidad, pues es esa la fortaleza de la franquicia”.

Le pregunte: ¿y porqué siempre la de malas cae y recae sobre esta figura, el franquiciatario e inversionista? Recordamos otro pasado doloroso, el Plan Nacional de Franquicias. Fue simple su respuesta, “no hay legislación sobre el sector. Cualquier empresario puede levantarse y decir, hoy voy a franquiciar mi negocio. Y en muchos, no hay ética ni compromiso”.

Para José Luis Calderón de la Barca, consultor y creador de franquicias, algunas incluso en el nicho de las cervecerías, reconoció que hoy en la industria se ha sumado otra figura, la del “fondeador” pero sentenció: “hacer negocios con una persona que no lleva la solidez financiera requerida y que no está dispuesto a involucrarse como franquiciatario, resultará al final, la compra de un problema”.

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