La votación en el pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre el caso de Alejandro Gertz Manero y su familia política estuvo repleta de mensajes, lo mismo de Palacio Nacional para el fiscal General de la República, que de los integrantes de mayor influencia del Poder Judicial hacia el presidente Andrés Manuel López Obrador.

El respaldo que el Presidente le sigue brindando al encargado de la procuración de justicia del país parece innegable; no obstante, a la luz de los posicionamientos que se escucharon ayer de los ministros, el apoyo ha dejado de ser incondicional, de manera que si el fiscal Gertz aspira a perdurar en el cargo por lo que resta del sexenio y a mantenerse hasta la mitad del siguiente, como marca la ley, deberá abandonar su agenda personal.

El mensaje que López Obrador emitió el lunes 7 de marzo en su conferencia de prensa, luego de que se filtraron las grabaciones del fiscal con su subordinado Juan Ramos, ahora suena más claro: el asunto “está en manos del Poder Judicial”, dijo el Presidente. Se entiende “la situación personal, moral, humana del fiscal” y la “desconfianza” que tiene en jueces y ministros, pero el costo de mantener en prisión a una mujer que se percibe desde cualquier ángulo inocente no lo va a cargar el gobierno, y mucho menos el Ejecutivo.

Los votos de ministros como Loretta Ortiz, Yasmín Esquivel y del presidente de la Corte, Arturo Zaldívar, todos cercanos a López Obrador, se perciben como una línea que surgió de Palacio Nacional, con la consigna de liberar a Alejandra Cuevas en un futuro muy próximo –pero menos crítico para el fiscal–, a través de la construcción de una nueva resolución sobre el caso que culmine en el otorgamiento de un amparo de fondo, y la libertad de la sobrina política de Gertz. El cálculo es que sea un periodo de dos meses.

La ampliación del periodo para que un nuevo ministro analice los hechos de fondo y valore las pruebas presentadas por ambas partes era el escenario esperado por los hermanos Ana Paula, Alonso y Gonzalo Castillo Cuevas, quienes entendían que, de regresar el asunto a tribunales, se perdería en las manos de una tripleta de magistrados presionados por uno de los hombres más poderosos del país.

Pero la realidad casi supera las expectativas, pues los ministros Norma Piña, Luis María Aguilar, Javier Laynez, Juan Luis González Alcántara y Margarita Ríos-Farjat se pronunciaron durante la sesión por otorgar el amparo liso y llano a Alejandra Cuevas, lo que representaba liberar de manera inmediata a quien lleva 514 días presa en el penal de Santa Martha Acatitla, por un presunta manipulación de la justicia del fiscal general.

Ese fue otro mensaje de los ministros de la Corte hacia el Poder Ejecutivo y su titular. La liberación inmediata de la acusada, sin una evaluación profunda de los argumentos aportados por las partes involucradas, representaba una aceptación tácita de que Alejandro Gertz Manero había sacado provecho de una posición de poder para violar los derechos humanos de dos mujeres de la tercera edad.

El hecho de que una buena parte de la Corte busque hacer realmente justicia fue una buena señal, aunque se quedó a la mitad. Con cinco votos a favor, la puerta se abrió este lunes para liberar de inmediato a la madre de los hermanos Castillo Cuevas. Sin embargo, el total de los ministros no quiso hacer historia, a pesar de que faltaba sólo un voto para lograr lo que se hubiera catalogado como una emancipación.

Alberto Pérez Dayán, 
el ministro que se perfilaba como héroe de la sesión, 
terminó siendo el villano. Su voto será crucial en la próxima sesión.

mario.maldonado.
padilla@gmail.com
Twitter: @MarioMal

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