Querétaro es una entidad con significativo crecimiento económico en el contexto nacional. A partir de 1961, con el impulso dado en la administración del gobernador, ingeniero Manuel González de Cosío, se emprendió una acelerada industrialización. Antes de ese tiempo la actividad económica fue tradicional, heredada desde el virreinato, dedicada al sector a primario: agricultura, ganadería y minería; si bien es cierto que en el siglo XIX se instaló la primera industria, la fábrica Textiles Hércules, que oficialmente inició operaciones el 15 de agosto de 1846, lo que brindó beneficios en lo económico y en lo social hasta fecha relativamente reciente en que dejó de funcionar.
Si bien antes de la industrialización de Querétaro ya se generaba contaminación a causa de la actividad humana, a mediados del siglo XVII, las aguas de la ciudad de Querétaro estaban contaminadas, principalmente por la actitud de los obrajes y tenerías. Los obrajes se fueron estableciendo a lo largo del río Querétaro, donde lavaban y teñían la lana, asimismo, los despojos de los animales sacrificados y los sobrantes del teñido iban a dar al río, lo mismo que el agua usada para la curtiduría de las pieles (Félix Zavala, 2009).
En los tiempos actuales, parte de la actividad primaria es responsable de la contaminación de aguas y de suelos por el uso de fertilizantes y plaguicidas, así como la minería afecta agua, suelo y atmósfera, aunque es cierto que parte de esta actividad sí se apega a la normatividad ambiental de manera apropiada.
Respecto al sector secundario, gran parte de la actividad industrial está regulada por la normatividad federal (Semarnat). Querétaro cuenta con un número significativo de parques industriales. En este sector, el uso de la tecnología es fundamental para la competitividad. Además, las industrias buscan cada día ser más amigables con el medio ambiente, lo que les brinda ventajas en el posicionamiento de sus productos en el mercado internacional, incorporando las normas ISO 14000, que cubren aspectos del ambiente, productos y organizaciones, destacando la Norma ISO 14001, un estándar internacional de gestión ambiental publicado en 1996.
No obstante que el impacto ambiental de muchas tecnologías está lejos de ser inocuo, como todas las actividades humanas que de diversas formas afectan al ambiente, también es cierto que las tecnologías pueden trabajar a favor del medio ambiente. Hay tecnologías que coadyuvan al medio ambiente o que trabajan mitigando el daño ambiental.
Entre las tecnologías que presentan mayor riesgo están las que se relacionan con la industria que maneja y produce sustancias químicas. La Chemical Abstracts Society (CAS) asigna un número identificativo a cada sustancia química que se descubre o se sintetiza. En la actualidad, el registro CAS incluye más de 55 millones de sustancias únicas, orgánicas e inorgánicas y cada día se agregan más de 12 mil, lo que representa un enorme reto en materia de regulación y vigilancia por parte del gobierno. En Querétaro se tienen más de mil industrias registradas ante la Semarnat que manejan sustancias químicas sujetas de regulación ambiental, requieren de los mayores cuidados.
Es oportuno recordar el accidente ocurrido en Bhopal, India, en 1984, a causa de una fuga de isocianato de metilo en una fábrica de pesticidas. El compuesto una vez en contacto con la atmósfera se descompuso en gases muy tóxicos que formaron una nube letal que avanzaba a ras de suelo. Se considera que una de las causas del accidente fue la falta de mantenimiento de la planta, por bajar costos. Miles de personas murieron inmediatamente asfixiadas por la nube y otras miles quedaron con graves secuelas.
Sea este artículo un mensaje de los cuidados que debemos tener en Querétaro para no padecer accidentes en la industria.
Ex rector de la UAQ. zepeda@uaq.mx