El proceso del cambio político en México implica la renovación tanto de los poderes públicos, como de los organismos encargados de realizar las elecciones, de ahí que, derivado de la reforma político electoral del 2014, el Instituto Nacional Electoral atrajera el método de designación de quienes integran los Organismos Públicos Locales Electorales en cada entidad federativa, los llamados OPLE’s.

Fue así que, bajo la premisa de profesionalizar y asegurar la imparcialidad de los organismos electorales, se quitó la facultad que tenían las legislaturas de los estados para nombrar a los integrantes de los institutos electorales. De hace 7 años a la fecha, se han renovados presidencias y consejerías en toda la república mexicana hasta llegar al momento actual, en el que corresponde nombrar a la persona que se encargará de conducir los esfuerzos del Consejo General del Instituto Electoral del Estado de Querétaro.

Para lo anterior, se realizó un trabajo que en todo momento coordinó el INE con auxilio de instituciones educativas, precisamente para garantizar la legalidad, certidumbre y máxima publicidad del proceso. Se aplicaron exámenes, pruebas de redacción de ensayos, cotejo documental, verificación en los registros partidarios, así como entrevistas presenciales para valorar la idoneidad de cada uno de los aspirantes y definir al candidato que reúna las características tanto técnicas como políticas para hacer frente al reto de la organización de las elecciones de gobernador en 2027 y la intermedia de 2024.

Con los elementos ofrecidos se deberá tomar una decisión que garantice que el perfil seleccionado contribuirá al proceso de consolidación democrática, para ser un funcionario además de ejemplar, imparcial que sea garante de los derechos político electorales de mayorías y minorías políticas, así como de quienes decidan hacer de la vía independiente un camino de acción política en la consecución del poder público.

La interrogante siempre será si el resultado del proceso arroje un funcionario o funcionaria que por medio de sus decisiones y actos logre la autonomía e independencia de una institución acechada por gobiernos y partidos políticos. Saber si la resolución permitirá a la ciudadanía contar con una gerencia ecuánime pero firme en hacerle saber a los poderes que el Instituto no forma parte del gobierno y que tampoco se alinea a la oposición, conjugar esa tensión de intereses abre la brecha para poner a prueba las destrezas y conocimientos que logre el consenso de todos. De ese tamaño es el reto que enfrentamos en la presente renovación del IEEQ.

Candidato a Consejero Presidente del Instituto 
Electoral del Estado de Querétaro

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