Se acaba de llevar a cabo esta semana la 26ª conferencia de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, la COP26, en Glasgow, Escocia.

Hoy, este tipo de foros adquieren una mayor relevancia y provocan una mayor expectativa ante los evidentes signos del aumento de la temperatura en el mundo y los consecuentes desajustes en el clima, a nivel mundial. Sin embargo, no deja de ser paradójico y hasta contradictorio que líderes de países que han sido los principales responsables de las emisiones de dióxido de carbono (CO2) en los últimos 200 años, hoy se llenen la boca de promesas y de supuestas preocupaciones por los gases de efecto invernadero y el consecuente aumento de la temperatura global por encima de un grado y medio.

En efecto, de acuerdo con el reporte más reciente, de 2020, con datos de 2019, del Joint Research Centre de la Comisión Europea, “Fossil CO2 emissions of all world countries” es evidente que, si realmente se quieren reducir las emisiones de CO2 en la atmósfera, la solución no está ni en México, ni América Latina, ni en África, ni en Oceanía, la solución está en China, en la India, en Europa y en Estados Unidos.
Las emisiones totales de CO2, en el mundo, alcanzaron alrededor de 38 gigatoneladas al año (una gigatonelada es igual a mil millones de toneladas métricas.

En 2019, China, Estados Unidos, India, la Unión Europea (incluido el Reino Unido), Rusia y Japón, los principales emisores de CO2 en el mundo, produjeron juntos el 67 por ciento del total de las emisiones, es decir, dos terceras partes, y consumieron el 62 por ciento del consumo global de energéticos fósiles.

Si bien es cierto que hoy China es el principal emisor, con 11.5 gigatoneladas, que corresponden al 30.3 por ciento del total, también es cierto que desde 1872 y hasta 2005, Estados Unidos fue el gran contaminador, es decir, durante 133 años, mientras que China sólo lo ha sido en los últimos 15 años, una diferencia abismal, que muestra claramente quiénes son los principales responsables del calentamiento global derivado de las emisiones de CO2.

Por otro lado, el Reino Unido se mantuvo como el principal emisor al menos desde 1850 y hasta 1872, es decir, durante al menos 22 años y se mantuvo en segundo lugar desde 1872 hasta 1912, es decir, durante otros 40 años.

Es momento de que tengamos muy claros estos datos y que no nos echen la culpa de un problema que ni nosotros creamos, ni contribuimos a profundizarlo. Las medidas radicales deben darse en otras latitudes del planeta.

Presidente del Consejo Estatal de Morena

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