Por decreto el Presidente pretende que no se inunde parte de las planicies del área de la presa Peñitas. A consecuencia de su irresponsabilidad, al ordenar abrir las compuertas provocó se inundaran los “pobres”. La verdad, prefirió inundar a los “pobres”, que habitan varias poblaciones antes que desaparecer las obras de la refinería en construcción de Dos Bocas. De paso, defendió al Director de la CFE, Manuel Bartlet Díaz, al adjudicarse la responsabilidad de haber ordenado abrir las compuertas de la presa y causar daños a más de 170 mil personas, hoy damnificadas, sin apoyos para sufragar los gastos que implica la compra de los enseres domésticos dañados. Miles de cabezas de ganado se perdieron por la irresponsabilidad de los administradores de regular la salida del agua de la presa.

La irresponsabilidad del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, pretendió atenuarla al anunciar que emitirá un Decreto para que el manejo de la presa Peñitas se ajuste a esquemas de protección civil. El anuncio lo dio durante la supervisión de obras de la nueva refinería de Dos Bocas, en Paraíso, Tabasco. Esta vez se cumplió la premisa presidencial de: “primero los pobres”. Sí, primero ordenó inundar a los más pobres, quienes hoy resienten los tremendos daños por la aberrante irresponsabilidad de quienes controlan la salida del agua de la presa.

Por eso anunció: “Voy a emitir un Decreto para que el manejo de la presa de Peñitas se ajuste a esquemas de protección civil, ya no se va a inundar el Estado, porque ya no se va a soltar agua como se hacía para beneficio de las empresas generadoras de energía, empresas particulares”. Total, que la responsabilidad la trasladó a las empresas generadoras de energía eléctrica. Lo peor, el Presidente pretende que el “vaso” de la presa quede vacío. Desafortunada declaración, los vasos jamás deben quedar vacíos, salvo por falta de lluvias. El embalse siempre debe ser monitoreado y cuidado para que no suceda lo que aconteció en los poblados de Macuspana, Tacotalpa y otros. El agua de la presa no solo sirve para generar energía eléctrica, también da vida a cientos de hectáreas de riego, de ahí la inexplicable decisión del Presidente.

Pésima justificación de López Obrador, quien señaló que darle preferencia a las empresas particulares generadoras de energía, como se hizo en los gobiernos neoliberales, mantenía el vaso de la presa Peñitas lleno, por eso, ante la llegada de un huracán o tormenta, se liberaba agua inundando Tabasco. Falso, todo se debió al descuido de quienes administran la presa.

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