En las conferencias mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, independientemente del tema que quiera abordar el mandatario; siempre hay un factor común; todo cuestionamiento a su actuar y el de su gobierno se da entre frases casi clichés como: ‘Yo tengo otros datos’, ‘eso es lo que quisieran nuestros adversarios’; ‘Son los conservadores, fifís’, escuchamos reproches ‘fraternos a los radicales de izquierda’ y consejos a los ‘conservadores desesperados’.

Pero no nada más en las mañaneras; el pasado 20 de abril, en su cuenta de Twitter, el presidente publicó: “Callaron como momias cuando saqueaban y pisoteaban los derechos humanos y ahora gritan como pregoneros que es inconstitucional hacer justicia y desterrar la corrupción. No cabe duda que la única doctrina de los conservadores, es la hipocresía, son como sepulcros blanqueados”.

El post fue en respuesta a quienes le criticaban sobre su famoso memorándum para cancelar la reforma educativa; pero se publicó justo un día después de una masacre en Minatitlán, Veracruz.

El lenguaje que observamos en estos botones de muestra, evidencian una postura maniqueísta.

De acuerdo con el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, maniqueísmo es la “tendencia a reducir la realidad a una oposición radical entre lo bueno y lo malo”.

De acuerdo con sus discursos, sus posturas, sus publicaciones, sus respuestas en las conferencias mañaneras; para el presidente López sólo hay dos posturas, la suya y la de quienes creen a ciegas lo que él dice, la correcta; y la de los demás; la de quienes cuestionamos, quienes ponemos en duda estrategias o pedimos que éstas sean reveladas, la incorrecta.

Para el presidente López no hay medias tintas, no hay opción de diálogo, salvo cuando lo acorralan como fue el caso del colega Jorge Ramos; para todo lo demás el Ejecutivo federal todo lo ve blanco o negro; los matices, desde su perspectiva no existen y al no existir en su forma de pensar, entonces, no hay manera de que pueda transigir.

Que alguien tenga una visión así de obtusa no es novedad; ha habido y seguirá habiendo personajes con esa característica; lo malo es que un personaje así tenga la responsabilidad de gobernar un país; ese es el verdadero peligro.

Ver las cosas en blanco y negro, observar los escenarios como un campo de batalla entre buenos (nosotros) y malos (los demás) sólo acentúa la polarización generada durante el proceso electoral.

Ver el escenario sólo como una confrontación entre chairos contra fifís; entre liberales contra conservadores; entre sociedad de avanzada contra ciudadanos retrógradas, sólo genera más división, una división que se le revertirá al mismo Ejecutivo federal con el tiempo, cuando comience a necesitar, una vez reducido su margen de aceptación generado por el desgaste natural del ejercicio del poder, el respaldo de aquella población que no se haya decepcionado de él.

El último párrafo.  Muy positiva la señal que generó la oficina de las Naciones Unidas Contra la Droga y el Delito (UNODC) al reconocer el esfuerzo que, a través del Programa de Seguridad Pública Municipal y del Programa AcciónES Prevenir, realiza el municipio de Querétaro. Hay muchos pendientes, pero cuando menos comienzan a verse avances.

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