Al escribir la entrega de esta semana me encuentro participando en uno de los festivales de tecnología y creatividad más importantes a nivel mundial, el South by Southwest 2022,  fundado en 1978, que se ha convertido en el punto de encuentro de  todas aquellas personas creativas que se desarrollan en las diferentes ramas del arte, la cultura, el cine, la música, la educación, los artistas, los gamers y mucho más.

Estar aquí, es vivir de primera mano las tendencias tecnológicas que guían la toma de decisiones de las principales industrias culturales, del cine, música, videojuegos y en general del entretenimiento y como era de esperarse hay muchos temas que han ganado terreno y se escuchan constantemente entre las conversaciones, conferencias y pláticas de quienes aquí participan, temas cómo el metaverso, la Web 3.0, el blockchain, etc.

Sin adentrarnos mucho en estos conceptos, lo que me parece rescatable es entender el alto grado de velocidad a la que las innovaciones tecnológicas están transformando nuestro mundo, la manera en que lo entendemos y la forma en que convivimos, trabajamos, estudiamos y nos entretenemos, sin decir más.

Algo tan omnipresente en nuestro día a día como lo es el internet, también está en un pleno proceso de transformación a lo que muchos llaman la Web 3.0 o “la gran revolución del internet” lo que permitirá a las máquinas interpretar un volumen  mayor de datos y con ello  podamos interactuar más con otros usuarios desde cualquier plataforma, dando pie a interacción más inmersivas como la realidad virtual y la  aumentada.

La palabra clave en todo esto es “innovación”, entendiendo su importancia desde un nivel personal, hasta un cambio organizacional y cultural, hoy los procesos de adaptación, evolución e innovación juegan un papel fundamental para hacer frente al futuro.
Bryan Walker y Sarah A. Soule profesores de la Stanford Graduate School of Business, reflexionan sobre este tema, con la siguiente afirmación:

La cultura es como el viento. Es invisible, pero su efecto se puede ver y sentir. Cuando sopla en su dirección, hace que la navegación sea suave. Cuando sopla contra ti, todo es más difícil.

Y me parece que, en esta analogía es donde encontramos cuál es el gran reto que tenemos como sociedad para adoptar la innovación como parte de nuestra forma de enfrentar los problemas y encontrar soluciones a los mismos.

Es una realidad que, en el reto de ser más adaptables e innovadores, el cambio cultural es  la parte más desafiante de la transformación. La innovación exige nuevos comportamientos y perfiles que lideren estas transformaciones que a menudo presentan un alto grado de resistencia por parte del status quo y de la seguridad que implica para las sociedades estar en una  zona de confort.

Por ello, es que el cambio más significativo y de mayor impacto tiene que surgir a través de los movimientos sociales, son las personas que al entender e involucrarse puedes movilizar a las masas para institucionalizar nuevas normas sociales,  esquemas y modelos.

Los grandes cambios culturales sólo ocurren cuando todos nos involucramos, desde el gobierno, la academia, hasta el sector privado y organizaciones de la sociedad civil, en Querétaro estamos en el camino de construir el futuro de la ciudad que queremos y para ello, el primer gran  paso será convertirnos en una sociedad con una cultura del conocimiento, creativa e innovadora.

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