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El cuerpo tiene pasado, presente y futuro, tiene una historia propia. Con una invitación a contar las historias del cuerpo nació “Impronta”, exposición colectiva curada por Irene Gutiérrez Amezcua, que se presenta en Galería Libertad, con piezas de audio, animación, pintura y arte objeto, obras de artistas mexicanos y extranjeros.
Para Irene, el cuerpo es receptor y transmisor, además de ser figurativo y abstracto, que se entiende como algo personal e individual, pero que también puede ascender a una idea colectiva, que va de lo interior a lo exterior, que une ambigüedades y contradicciones.
“El cuerpo es un tema que personalmente me intriga, me apasiona, me ilusiona, pero era algo muy personal que estaba dando vuelta en mi mente y mi corazón, y a raíz de que inicié una maestría en Técnicas Narrativas y Trabajo Colectivo, me hizo sentido que lo que yo pretendo ser o mi anhelo, es ser una ‘cuenta cuentos’ y entonces, a partir de ahí, comencé a pensar desde la identidad del colectivo, porque la identidad es un logro colectivo y entonces dije: Está bien compartir mi idea con alguien más y que esto no quede solamente en mi cabeza”, platicó a EL UNIVERSAL Querétaro Irene Gutiérrez Amezcua, artista, curadora y gestora cultural.
Con el interés de contar una historia sobre el cuerpo, pero con la voz, con la idea, con las creaciones de otros, comenzó el proyecto. Irene invitó a amigos, personas con quien ha trabajado, gente con quien ha compartido un momento de su vida.
“Me interesa mucho contar historias, pero también ser un canal para contar historias y para mí el cuerpo es tan figurativo como abstracto, entonces hice una invitación a participar en la exposición a gente con quienes yo comparto una historia. Parte de mi misión es contar mis cuentos, y contar las historias de los demás, en un solo cuerpo de trabajo”.
Susana Rosas, Gonzalo García, Ámbar Luna, Carmen Ávila, Valentina Godoy, Tania Quezada, Omar Benítez Favela, Magaly Vega, Ezequiel Frías, Enrique Guillén, Armando Fuentes Villavivencio, Marcela Hernández, Noé Trejo, Jonatan Edirson, Alejandro Guevara, Nora Medina y Alejandro Uribe, son los protagonistas de la historia de “Impronta”. Joana Quiroga, Fredone Fone y Karen Valentim, son de Brasil y también participan. Y Anna Viola Hallberg envió una obra desde Suecia.
Todas las piezas son de formato pequeño, tan pequeño como la pantalla de una tablet, como para exhibir el video de motion graphics de Edirson, y tan pequeño para situar un punto, elemento clave en la obra de Godoy.
La pieza de Jonatan Edirson se enfocó en la belleza del cuerpo, “pienso que hay que tratar cosas donde se plantee la sensibilidad, la ternura, el contacto físico, el cariño que tanta falta hace a la sociedad hoy en día y casi nadie habla de eso y sin embargo es tan importante”.
La triada sagrada (el punto, la línea y la forma) es la obra con la que participa Valentina Godoy, la artista originaria del municipio de Tequisquiapan, dice que el principio de toda creación es el punto.
“Mi trabajo tiene que ver con el cuerpo y precisamente estoy trabajando con la idea del punto, que es donde empieza toda la creación, la creación de la línea y la forma, y se me hizo indispensable usar esto para hablar del cuerpo”, explicó.
El formato pequeño también se pensó para que el espectador pueda detenerse a mirar las piezas con mayor detalle, con más intimidad, como debe ser mirado todo cuerpo.
“A los participantes les pareció bastante emotivo que el formato fuera pequeño, ahora hay toda una megalomanía de pintar lo más grande y lo más alto, por eso pensamos en algo pequeño, en vez de un desdoblamiento del arte, como un doblamiento, buscar en sí mismo, recuperar esta cosa de apreciar algo, por eso las cosas pequeñas”, agregó Irene Gutiérrez Amezcua.
“Impronta. Algunas reflexiones sobre el cuerpo”, forma parte de la segunda temporada de exposiciones de Galería Libertad y permanecerá en exhibición hasta el 21 de mayo.