La desesperación ante la falta de crecimiento de la candidata de la derecha en las encuestas está provocando nerviosismo en el bloque opositor a la 4T. Es así como el ex asesor de la campaña presidencial de 2018 del panista Ricardo Anaya, Jorge Castañeda, en un programa de televisión abierta de Televisa se lamentó de que el equipo de campaña de Xóchitl Gálvez no hubiese detonado ya una guerra sucia, pero “guerra sucia en serio”. A Castañeda le parece “lógico” que la oposición calumnie, mienta e invente chismes no sólo en contra de la candidata de la 4T, la Dra. Claudia Sheinbaum sino incluso en contra del Presidente.

Jorge Castañeda no es un personaje cualquiera, además de asesorar al prófugo panista Ricardo Anaya, fue secretario de relaciones exteriores del gobierno también panista de Vicente Fox, gobierno en el que coincidió con Xóchitl Gálvez y con el narco Genaro García Luna, que en ese momento era el director de la hoy desaparecida Agencia Federal de Investigaciones (AFI).

Castañeda no es el único integrante del bloque opositor que promueve públicamente la guerra sucia en el actual proceso electoral. Ya antes el publicista Carlos Alazraki había señalado que “yo tenía la solución a nivel mercadotecnia. Esta campaña (la de 2018) no se gana con publicidad, se gana con propaganda y mientras más mentiras des contra Morena mejor te va".

Del mismo tipo es lo que afirma Raymundo Rivapalacio, periodista director del medio Eje Central: “la verdad ya es irrelevante, lo que importa es la narrativa que se instaló, es que en algún sector de la opinión pública ya quedó sembrada la idea”. Hay que recordar que Rivapalacio fue director general Notimex, de 1988 a 1990, en el sexenio del priista Carlos Salinas de Gortari.

Estos personajes son dignos alumnos de Joseph Goebbels, el que fuera ministro de propaganda del régimen nazi de Adolfo Hitler. Es decir, nazismo puro. Goebbels manejó la propaganda nazi bajo el concepto de que “una mentira mil veces dicha, se convierte en una gran verdad”.

Estas posturas totalmente antidemocráticas, no son nuevas. Las usa la derecha cada vez que ven que van a perder las elecciones. En 2006 vimos una brutal guerra sucia encabezada por dos extranjeros, el norteamericano Dick Morris y el español Antonio Solá, creadores de la campaña de que Andrés Manuel López Obrador era un “peligro para México”.

Desgraciadamente uno de los resultados de este tipo de campañas es un incremento notable en la polarización de las sociedades que son víctimas de estas guerras sucias.

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