En la historia de la humanidad son innumerables los pueblos del mundo que hartos de ser explotados por una monarquía que generalmente derivaba en una dictadura optaron, inclusive y cuando fue necesario mediante un violento movimiento armado, expulsarlas para ser entonces gobernados o por un presidente o por un primer ministro –parlamento- elegidos democráticamente. Pareciera que en México no todos aprendieron esa costosísima lección y hoy pretenden llevarnos nuevamente a una monarquía pero ahora disfrazada de un gobierno democrático. De nosotros depende que esa tragedia no la volvamos a vivir.

El día de hoy el Presidente López Obrador con un doble objetivo presentará una serie de reformas a la Constitución que salvo que los mexicanos reacciones con inteligencia y mucha prudencia, le reportaran, sobre todo a su corcholata, grandes dividendos ya que todas ellas, independientemente de si son justas y necesarias o no, de si son viables o no, todas ellas vendrán envueltas del populismo irresponsable con el que ha gobernado ya por 5 años.

Por un lado el Presidente pretende llevar el debate nacional lejos de los temas que ponen en riesgo la elección de su corcholata como son los señalamientos aparentemente bien sustentados de que recibió financiamiento del narco para sus campañas electorales y que a cambio les ha permitido operar y extenderse impunemente por todo el país (lo que es una realidad por lo que podemos decir que tenemos un narcogobierno), o el tema de la desmedida corrupción de sus hijos y sus amigos que ha sido rampante (la más alta en la historia del México), y hasta de temas como el pésimo manejo del sistema de salud que provoco la muerte evitable de más de un millón de personas incluyendo la falta de medicamentos y atención oportuna, o de los crímenes cometidos contra el medio ambiente y por tanto contra las futuras generaciones y muchos más.

Por otro lado el Presidente sabe que sus propuestas populistas serán bien recibidas por el electorado que él pretende conquistar por lo que dichas propuestas lo fortalecerán a él y a su familia política. Familia con la que pretende construir una monarquía y en la que Claudia Sheinbaum sería su primera heredera.

Propuestas que si son rechazadas por la oposición esto le ocasionará, a la oposición, un alto costo electoral.

Ahora que si sus propuestas son aprobadas, independientemente de su naturaleza, viabilidad y conveniencia para México en el mediano y largo plazo, entonces el Presidente habrá dado un paso importante en la construcción de su “monarquía” ya que habrá debilitado y hasta eliminado a todas aquellas instituciones democráticas que hoy le impiden hacer lo que a él le da la gana.

Fuente de los Deseos: Ojalá los mexicanos abramos los ojos y veamos que lo que el presidente López Obrador pretende es establecer una presidencia absolutista y autoritaria, es decir una monarquía.

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