El 2024 será un año de encuestas sobre intención de voto, y ocuparán una parte central de la discusión, las y los candidatos, sus partidos y sus partidarios las incorporan a la retórica de campaña. Es probable que el discurso se vuelva, en cierta medida, encuestocéntrico, y que eso pueda quitar atención a las propuestas de campaña que no es lo ideal.

En una democracia, las encuestas cumplen una función informativa fundamental, y para ello no es suficiente reportar las tendencias de intención de voto. Eso es lo mínimo. Los desgloses por subgrupos pueden ser muy informativos, muy útiles y también abonar a la transparencia.

Una de las posibles prácticas que se verán o escucharán en la cobertura y análisis de las elecciones es clasificar al electorado en distintos subgrupos de votantes.

Votante cambiante o swing voter. Se refiere a segmentos del electorado que cambian la dirección de su voto de una elección a otra. El voto cambiante suele provenir más del segmento de apartidistas, aunque, en anteriores elecciones se observa que algunos partidistas votan por la oposición a su partido.

Los indecisos son una de las categorías más comunes en la cobertura y análisis de las elecciones, es un concepto vago y poco claro. Su origen proviene de la respuesta “no sabe” con la que se clasifica a algunas personas en las encuestas tras hacerles la pregunta de por quién votarían si las elecciones fueran hoy. “No sabe” parece sinónimo de indeciso, pero es probable que se trate de personas no interesadas en el proceso y de potenciales abstencionistas, de ahí que no empleara el término “votantes” en este caso. Efectivamente hay personas indecisas en su voto que sí acuden a las urnas y que deciden en algún momento durante las campañas o incluso con la boleta electoral enfrente, pero se miden y detectan por medio de otras preguntas, no necesariamente con la de intención de voto.

Movilizables. Se refiere al acto de acudir a las urnas. Algunas personas son participativas en las elecciones, mientras que otras suelen abstenerse de ir a votar, por diversas razones.

Desmovilizables. Las campañas pueden tratar de desmovilizar a ciertos electores para reducir el apoyo a alguna de las opciones políticas

Votantes persuadibles. Son electores que están atentos a las campañas y a quienes van dirigidos una buena parte de los mensajes, sobre todo con temas divisivos. El concepto lo desarrollan Sunshine Hylligus y Todd Shields.

En días pasados El Financiero patrocinó y realizó una encuesta nacional sobre intención de voto por vía telefónica a 1,200 mexicanos adultos en el mes de diciembre de 2023. Se lanzó un muestreo probabilístico de teléfonos residenciales y celulares en las 32 entidades federativas.

Incluyó un par de preguntas que nos ayudan a identificar a esos grupos. “De las siguientes, ¿cuál opción le describe mejor a usted? 1) Ya decidí definitivamente por quién votar para presidente; 2) Ya tomé una decisión pero todavía podría cambiar de opinión; 3) Aún no decido por quién votar, lo estoy pensando, y 4) A mí no me interesa votar”.

La primera categoría son electores que sin necesidad de las campañas ya decidieron su voto. La segunda categoría es la de electores cambiantes, 17 por ciento, quienes responden la pregunta electoral pero no con la convicción ni firmeza de los primeros. La tercera categoría es la de indecisos, 15 por ciento, quienes dicen estar pensando por quién votar pero que muy probablemente no han comenzado a poner atención en los temas electorales. La cuarta categoría es la de abstencionistas confesos, 8 por ciento, lo cual es muy bajo si se considera que los niveles de abstencionismo registrados en las elecciones presidenciales de 2000 a 2018 ronda 40 por ciento.

Si se consideran los puntos más alejados de apoyo a las precandidatas, los puntos 5 y 6 de la escala, se trata de 14 por ciento de personas completamente indiferentes a ellas. La proporción es muy similar al 15 por ciento de indecisos. No son las mismas personas aunque puede haber algo de traslape. Del total de indecisos, 40 por ciento se muestra indiferente hacia las dos precandidatas. El resto sí tiene algún grado de inclinación hacia una de ellas.

Las personas indecisas no tienen hoy una postura clara hacia ninguna precandidata, mientras que las personas indiferentes sí toman una postura distante de ambas.