Esta semana te contaré acerca de una serie de pinturas que algunos afirmaban tenían una fuerza misteriosa de provocar incendios en las residencias donde se encontraban. Estos accidentes arrasaban con todo a su paso, dejando solo un objeto intacto, una pintura de un niño llorando.

Durante los años 50 – 60, los retratos de niños llorando, del autor italiano Bruno Amadio, se hicieron muy populares a nivel internacional, se volvió muy común adquirir réplicas de estas pinturas para colocarlas en los hogares. En total es una serie de 27 retratos, los cuales tienen como protagonistas a niñas y niños sollozando, se dice que el autor obtuvo su inspiración tras su participación en la Segunda Guerra Mundial, donde la desolación, el sufrimiento y la destrucción abundaban. Pero, ¿cómo empezó todo el misterio? Todo empezó en 1985, en Inglaterra, cuando el periódico The Sun publicó una desconcertante nota titulada “La maldición de los niños llorones”, ésta narraba los testimonios del departamento de bomberos de un condado británico, los cuales aseguraban que estas peculiares pinturas tenían el poder de incendiar el lugar donde se hallaban. De acuerdo con la nota, los bomberos encontraron un patrón en los incendios, se percataron que las residencias que se quemaban tenían una pintura de este tipo y esta era la única pertenencia que se salvaba, con esto los bomberos invitaron a la gente a dejar de adquirir estas pinturas para detener la supuesta maldición. A pesar de que la nota suena descabellada, ésta se difundió de manera internacional provocando una respuesta masiva y sorprendente, ya que numerosas personas contactaron al periódico para contar sus testimonios de supuestas apariciones, incendios, incidentes extraños y otros eventos paranormales ocasionados por los retratos. El periódico aprovechó la respuesta y protagonizó una extraña campaña, éste se ofreció a recolectar las pinturas de los niños llorones de sus espectadores para llevar a cabo una quema masiva de las pinturas, suena tan extraño, pero de nuevo la respuesta fue tan grande, que aproximadamente se recibieron 2 mil pinturas para quemar. De acuerdo con la leyenda, que el periódico ayudó a difundir, el autor no sólo se inspiró en los eventos trágicos que vivió, sino que acudió a un orfanato donde encontró al protagonista más famoso de la serie, se dice que una vez que terminó la pintura la donó al orfanato, el cual poco tiempo después se incendió dejando solo un sobreviviente, la pintura. Se dice que así fue como el espíritu del niño sobrevivió, provocando que cada réplica de las pinturas contenga su espíritu.

El arte le da un poder extraordinario a las imágenes, como en este caso tan peculiar donde los cuadros poseían el poder de quemar los hogares. La creencia y el poder que le da la gente a las imágenes hace posible todas estas historias misteriosas de pinturas que cobran vida, que pueden provocar malestares físicos o inclusive pinturas que destruyen hogares enteros. Pero tú, ¿qué opinas? ¿Crees que el arte puede contener maldiciones? y ¿crees en el poder de las imágenes?

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