Por fin llegó noviembre, el mes en el que nuestros seres queridos, que han partido de este plano, pueden visitarnos y comer sus platillos favoritos. Cada año en casa hacemos una ofrenda que es dedicada a mis abuelos maternos, como cada año le pongo un chocolate a mi abuelo y a mi abuela un café. Tuve la fortuna de disfrutar de los últimos años de vida de mi abuela, recuerdo cómo día con día me contaba en repetidas ocasiones acerca de su niñez y juventud, al final del día no recordaba las historias que me había contado, pero a la mañana siguiente me contaba nuevamente con anhelo acerca de esos años que marcaron su vida. Lastimosamente la demencia se llevó muchos de sus recuerdos, pero año con año los revivimos en familia mientras colocamos su imagen en el altar de muertos. Esto viene a la mesa porque la demencia afecta a millones de personas en el mundo, cada una de ellas tiene una historia única y merece la pena escuchar sus historias asombrosas. Hoy te contaré acerca de un artista que retrató su camino por la demencia a través de su arte.

El artista William Utermohlen, originario de Estados Unidos, fue diagnosticado con Alzheimer en 1995. Con 62 años de edad y un diagnóstico tan complicado, el artista recurrió a la pintura para entender tanto la enfermedad y los cambios a los que se enfrentaría él y su familia. En 1996 empezó una serie de autorretratos que marcarían su paso por la enfermedad. En el primer autorretrato se puede ver un poco de pérdida en el realismo de las figuras humanas; sin embargo, existe la presencia de la espacialidad y del color. Mientras avanzaban los años, las pinturas mostraban cada vez más la angustia, el miedo, la tristeza y la ansiedad que el artista vivía diariamente; así como todos los cambios en su técnica, las figuras se vuelven más abstractas, hay una pérdida muy evidente de la perspectiva y los colores vibrantes desaparecen. En los últimos autorretratos del 2000 y 2001, podemos ver la pérdida casi total de técnica artística, sin embargo, los sentimientos perduran, vemos la tristeza y desolación que le causó al artista perderse a sí mismo debido a una enfermedad. El Alzheimer es la forma más común de demencia y afecta particularmente al lóbulo parietal derecho, el cual se encarga de muchas cosas, entre ellas en asentar imágenes internas a la realidad, en este caso tan particular fue lo que pasó, el artista poco a poco perdió la habilidad de poder asentar la manera de expresar sus ideas, inclusive su propio rostro en sus lienzos. Fue así que después de 2001 dejó de pintar y pasó el resto de su vida en una casa de retiro, recibiendo cuidados del amor de su vida, su esposa Patricia Utermohle. En 2007 falleció, pero su legado vivirá siempre, sus pinturas marcaron historia ya que sus pinturas han sido parte esencial de varios estudios médicos para el entendimiento de esta enfermedad.

El arte es ayuda. Ayuda, para procesar emociones y a visibilizar enfermedades que por desconocimiento y miedo viven en el olvido. Pero tú qué opinas, ¿crees que el arte puede servir para estudiar enfermedades? Y ¿crees que juzgamos a las personas por lo que han perdido o por lo que fueron antes de que la enfermedad llegara?

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