Recordemos a López Obrador, como presidente electo, pocos días antes de tomar posesión, en una entrevista concedida entonces al periodista Ciro López Leyva, para Imagen Noticias (http://boletin.org.mx/Noticia/sin-paz-no-habra-transformacion-entrevista-con-andres-manuel-lopez-obrador).
—¿Sin seguridad no hay Cuarta Transformación?—, cuestionó Gómez Leyva.
—Sí, estoy de acuerdo con eso, y va a haber seguridad, va a haber paz, tranquilidad, porque estoy seguro de que los mexicanos van a apoyar, todos nos van a dar su confianza, y le digo a la gente que no les voy a fallar, que tengamos confianza, que tengamos fe, vamos a sacar a México adelante, va a crecer la economía, va a haber empleos, va a haber bienestar, va a haber paz y va a haber tranquilidad, estoy optimista—, respondió el mandatario.
A estas alturas del sexenio, pues ya no hubo todo eso que, dijo, habría. Por el contrario, lo que hemos tenido han sido pretextos, acusaciones, distracciones, calumnias y mentiras. Muchas mentiras.
Todo con la clara intención de evadir su responsabilidad y la de los suyos, en su sonado fracaso, a pesar de haber dicho —también—, lo siguiente: “Es que no quiero ya seguir responsabilizando a la administración pasada, y a los de antes, de esa administración, solamente cuando se necesite para diferenciarnos, porque hay veces que calienta porque nos comparan, entonces sí”. Así lo expresó a finales de agosto de 2019, pero, ante su pésima estrategia y sus penosos resultados, López Obrador siguió y sigue repartiendo culpas.
Actualmente, de acuerdo con las cifras oficiales, las del gobierno —que ya es decir—, supera a las administraciones anteriores con la multiplicación de feminicidios, desaparecidos, extorsiones y robos; violencia desatada y control de varias zonas por parte del crimen organizado; por lo que queda claro que no hay seguridad y, luego entonces —siguiendo las palabras del Presidente—, no hay Cuarta Transformación, por más histriónico que amanezca el Jefe del Ejecutivo.
De acuerdo con el análisis de Carlos Penna Charolet, director de TResearch, con López Obrador se superan las cifras del pasado. Veamos:
Carlos Salinas de Gortari: 76 mil 767 homicidios, uno cada 41 minutos, 35 diarios; Ernesto Zedillo: 80 mil 671, uno cada 39 minutos, 37 diarios; Vicente Fox: 60 mil 280, uno cada 52 minutos, 28 diarios; Felipe Calderón: 120 mil 463, uno cada 26 minutos, 55 diarios; Enrique Peña Nieto: 156 mil 66, uno cada 20 minutos, 71 diarios, y con Andrés Manuel López Obrador: 180 mil 894, uno cada 16 minutos, 95 diarios. Y, en lo que va de 2024, tenemos ya cuatro mil 853 homicidios.
La palabra presidencial de aquel momento no corresponde con la realidad de ahora, a unos meses del término de sexenio. Este compromiso tampoco se convirtió en realidad.
Aunque, a decir verdad, pocos conocen la 4T. Incluso, Cuauhtémoc Cárdenas ha confesado desconocer qué es, de qué se trata.
Lo cierto es que no hay seguridad y no hay Cuarta Transformación, independientemente de la entelequia o ficción que se trate.
