Si son tan buenos. Si les preocupan tanto los ciudadanos, si en pósters, delante del micrófono o arriba de un pódium dicen que son diferentes, que ellos no vienen por un sueldo, sino a servir. Tomemos la palabra a los pobrecitos diputados federales y —que como todos—, que se aprieten el cinturón.

El próximo año será de recortes presupuestales. Técnicamente le dicen presupuesto bajo cero, lo que significa que ningún proyecto de inversión pública caminará, por default o por capricho. Deberá presentarse un proyecto ejecutivo y una sólida propuesta económica, que asegure que cada peso —y... como hay muy pocos— sea aprovechado hasta el ultimo centavo en beneficio de la comunidad.

El gobierno recorta su gasto.

Usted y yo recortamos el presupuesto familiar. Todos sufren y hacen eficiente el uso de su dinero, menos los diputados locales, los federales y los senadores.

Hablan muy bonito en tribuna. Recortan partidas, hablan de excesos de gastos, pero no mencionan los propios.

Ya es momento de que estos legisladores sepan lo que es preocuparse por pagar una colegiatura, o una nómina o una hipoteca, con la responsabilidad de trabajar por lo menos 8 horas dirías.

En la asamblea del DF, los diputados electos de Morena —que son mayoría— proponen quitar el Seguro de Gastos Médicos Mayores a los 66 asambleístas, para que usen el ISSSTE. Lo que ahorra 10 millones al año. El “apoyo extraordinario” de 75 mil pesos, que nadie sabe en qué se gastan, pero que al año suman 66 millones de pesos.

El plan de austeridad —de los asambleístas de Morena— pretende ahorrar 950 millones de pesos del dinero de todos los capitalinos.

En lugar de gastarlos en bonos y comodidades para los “servidores públicos vip”, que sean utilizados en programas de educación y ecología.

Y veamos el Congreso Federal.

Entre sueldo, apoyos mensuales y prestaciones, cada uno de los 500 diputados federales tiene asignado al año 2 millones 802 mil 324 pesos.

Además el portal de Transparencia de la Cámara baja indica que reciben 549 mil 432 pesos anuales para asistencia legislativa, apoyo otorgado para que desempeñen actividades parlamentarias; y 345 mil 264 pesos de atención ciudadana para que realicen acciones de gestoría en su zona de representación.

Los diputados reciben también tarjetas IAVE, para circular por carreteras del país, apoyo para la compra de vuelos nacionales y 2 mil 780 pesos mensuales de vales de despensa que al año suman 33 mil 360 pesos.

Para este 2015 la Cámara de Diputados tiene un gasto programable de 8 mil 529 millones 590 mil 684 pesos que incluye nómina y gastos administrativos.

Entonces.

Si todos nos vamos “a apretar el cinturón” empecemos por los que ganan bien, trabajando o no, asistiendo a oficina o no.

Empecemos por recortar el sueldo de estos distinguidos diputados, que en muchas ocasiones no volvemos a ver después de las campañas.

Le aseguro que los diputados son los menos preocupados, por los recortes que proponen y votan, porque pase lo que pase: ellos seguirán ganando bien.

Posición hipócrita, irresponsable y desvergonzada.

Periodista

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