Hace 3 meses se formó un grupo de intelectuales, políticos y empresarios mexicanos, que pretenden impulsar iniciativas y esfuerzos para que tengamos un candidato independiente, como aspirante a ocupar la presidencia de la República en 2018.

El grupo es liderado por Federico Reyes Heroles, Jorge Castañeda y el panista queretano Diego Fernández de Cevallos.

Reyes Heroles explicó que el proyecto que promueven “no está etiquetado para alguien en particular”, como pudiera pensarse en el caso de personajes como Jaime Rodríguez El Bronco, el primer gobernador que triunfó sin ser postulado por un partido político.

Más bien se trata de tener alternativas, si los partidos se cierran, se entercan y encaprichan, y no toman en cuenta —en tales decisiones— a una ciudadanía harta de soportar su prepotencia.

Jorge Castañeda —quien buscó postularse como candidato presidencial independiente en 2006—, asegura que la figura en la que trabajan fortalece la democracia.

“Una candidatura independiente fuerte es lo único que puede canalizar lo que todas las encuestas muestran en el país: un gran hartazgo con la clase política, con la partidocracia”, apunta.

El ex candidato presidencial del PAN, Diego Fernández de Cevallos, aunque califica de sana la figura de los independientes, toma distancia institucional.

Considera que debe actuarse con responsabilidad para evitar que una buena idea produzca malos resultados.

Los personajes que se reunieron desde principios de julio —por cierto en la casa de Diego Fernández— fueron Jorge Castañeda, Federico Reyes Heroles, Rafael Pérez Gay, Luis de la Calle, Juan Ramón de la Fuente, Héctor Aguilar Camín, Ángeles Mastretta y Luis Carlos Ugalde.

Todos —menos Diego— firman un desplegado llamado Por una cancha pareja para candidaturas independientes.

El grupo que representa los intereses de miles de ciudadanos decepcionados de los partidos, no intenta convertir en una deidad la figura del independiente, ni acabar con los partidos.

Lo que intentan, es presionar a los partidos. Exactamente a los malos políticos que en favor de sus intereses personales, han ahogado esfuerzos y sangre de líderes históricos, dignos y congruentes.

Buscan que los políticos que lideran los partidos, representen los intereses de los ciudadanos.

Que administren con responsabilidad el dinero público, que no se lo roben y que elijan a candidatos en democracia.

Que no haya más delincuentes gobernando y sometiendo una ciudadanía que sólo les sirve en las campañas, donde los compran como austeros, como reyes de la transparencia que luego el poder convierte en monstruos, no de 'mil cabezas' (nos conformaríamos con una que piense), sino de 'mil manos', las propias y las de un gabinete corrupto.

Los ‘candidatos independientes', que deberán tener una gran calidad moral alejada del populismo ocurrente y trasnochado, podrán ser —entonces— una espada de justicia social inteligente-proactiva-creativa-madura, que decapite partidos, que pasan por... su peor momento de credibilidad.

Periodista

@PedroPabloTR

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