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Una trayectoria cuya cúspide fue llegar a la gubernatura de Querétaro en 1991, y ser en dos ocasiones senador y en una diputado federal, además de ocupar la dirección general del DIF nacional en el gobierno de Ernesto Zedillo, el queretano Enrique Burgos García confiesa que está muy cerca de cerrar el ciclo de su vida política para dedicarse a la academia y atender su notaría.
En entrevista A Bote Pronto, Burgos García, senador priísta que está por concluir su encargo, dice que el valor primordial en política es la lealtad, además de que destaca que el principal rasgo de su carácter es el respetar puntos de vista diferentes a los suyos.
Como político forjado en la Confederación de Trabajadores de México (CTM) se dice un admirador de Fidel Velázquez, quien fuera dirigente de esta central obrera por varias décadas, pero también reconoce el valor como político del queretano Fernando Ortiz, ex presidente nacional del PRI, y dos veces candidato del PRI al gobierno de Querétaro.
¿Cuál crees que es el principal rasgo de tu carácter?
—Soy receptivo y abierto. Trató de escuchar a los demás y procuro respetar los puntos de vista distintos, soy respetuoso de otras ideas, pensamientos y teorías que no asumo. Coincido con Jesús Reyes Heroles, quien decía que cuando no se tolera se incita a la intolerancia de todos contra todos. Por eso yo digo que siempre hay que hacer un ejercicio de ser tolerante.
¿Qué cualidad aprecias más en una persona?
—Para quienes nos hemos dedicado toda la vida la política el valor primordial es la lealtad. Por eso creo que si tú no estás de acuerdo con una institución no debes de hablar mal de ella, es mejorar retirarse. La lealtad es el valor primario en política.
¿Qué es lo más aventurero qué has hecho en la vida?
—El estar en la política es una aventura por sí misma, porque nunca sabe uno donde se va a llegar; a veces tenemos caminos de éxito, pero también hay fracasos. Por eso creo que en política hay tiempos de lanzar cohetes, pero también hay tiempos de recoger varas. La política es incertidumbre para quienes tienen aspiraciones.
¿Qué esperas de tus amigos?
—Correspondencia, si yo doy amistad también espero amistad; si yo doy aprecio espero aprecio.
¿Tu principal defecto?
—Son muchos y las limitaciones. Aunque quizá uno de mis defectos es cuando uno da aprecio, provoca que se pierda objetividad en las cosas.
¿Tu ocupación favorita?
—Además de la política, me gusta mucho la música, quizá porque mi padre tocaba el piano y el órgano. Me gusta mucho la música clásica y también la de mi época, como son los Beatles, aunque me gusta también el jazz.
¿Tu ideal de la felicidad?
—Aquí en la tierra no se da la felicidad completa, aunque hay quienes tienen un alto grado de espiritualidad, que no es mi caso, son quienes más se aproximan a la felicidad completa.
¿Cuál consideras que es tu mayor desgracia?
—La perdida de una madre o un padre es la mayor desgracia.
¿Qué te gustaría ser?
—Me hubiera gustado ser director de una gran orquesta sinfónica, primero porque me gusta la música, y también por las armonías. La música de una sinfónica es armonía, también es afinación de sonidos, es el equilibrio entre los instrumentos.
¿En qué país desearías vivir?
—En mi país, eso no hay la menor duda, pero si tuviera que buscar otro país elegiría a España, debido a que nuestros orígenes son entre indígenas y españoles, y también por el idioma [que es el mismo].
¿Cuál es tu color favorito?
—El rojo y el blanco. El rojo me resulta bonito y atractivo y lo mismo el blanco, me resulta atractivo.
¿Cuál es tu animal favorito y por qué?
—El águila, por su esplendor en el vuelo y quizá esa fue una de las motivaciones que tuvieron nuestros antepasados para imprimirla en el escudo nacional, debido a que el águila es majestuosa, domina las alturas, y es audaz. Este es el animal que más admiró.
¿Canción favorita?
—Es una de los Beatles que se llama “Yesterday”.
¿Cuál es tu película favorita?
—Lo que el viento se llevó, esa una de las películas que me gustan, pero también me agrada El Bueno, el malo y el feo, esa película me encanta.
¿Cuál es tu libro favorito?
—El Quijote de la Mancha, debido a que es el producto de la creatividad y la imaginación de una mente brillante como la de [el escritor español] Miguel de Cervantes Saavedra.
¿Tienes algún héroe o heroína de ficción?
—Yo era de los que seguía a Disney, pero también en Ladivina comedia escrita por Dante Alighieri se tenían personajes de ficción que me gustan mucho.
¿Cuál es tu lugar favorito en el que has estado?
—Me gustan las playas de Cancún, no tanto por la hotelería sino por ese azul turquesa de los mares. Cancún ese lugar hermoso con agua caribeñas.
¿Cuál es tu grupo musical o cantante favorito?
—Mario Lanza, Mario del Mónaco, Luciano Pavarotti, José Carreras y Plácido Domingo.
Defínete en tres palabras
—Un hombre como cualquiera. Soy susceptible de tener aciertos y desaciertos, pero que procura asimilarlos.
¿Tu héroe de la vida real?
—Yo admiré mucho a Fidel Velázquez [líder de CTM por varias décadas]. Fue un personaje muy polémico, algunos lo veían mal, pero otros muy bien, para mí don Fidel fue un estabilizador de la nación, al ser un factor que ayudó a tener equilibrios políticos y sociales, además de que buscó el bienestar de la clase trabajadora. Por eso lo que se estableció en el artículo 123 lo empujo durante su tiempo, y con el impuso de él nació el Infonavit, el Fonacot y el IMSS. Fue un hombre que impulsó el pago justo por horas extras trabajadas, jornadas de ocho horas, establecer los días de descanso y las indemnizaciones. Fue un hombre que realmente luchó por la clase obrera, por eso le guardo admiración.
¿Tu nombre favorito?
—Fernando, en memoria de Fernando X, el Sabio, recopilaba leyes y organizaba sus códigos.
¿Qué hábito ajeno no soportas por nada?
—La falta de limpieza. La limpieza es clave para que las personas reflejen pulcritud.
¿Qué es lo que más detestas?
—En política lo que detesto es la falta de lealtad y las ingratitudes.
¿Personaje, filósofo o autor histórico favorito?
—José María Morelos y Pavón, y también Benito Juárez.
Si pudieras revivir a algún personaje de la historia ¿A quién revivirías y por qué?
—A Napoleón Bonaparte debido a que fue un hombre con muchas facetas y en todas fue cumbre. Lo mismo fue un guerrero que llegó al borde de Moscú, que fue en búsqueda de Inglaterra, fue un militar extraordinario, pero que fue también un legislador. A la fecha el código de Napoleón sigue siendo referente de nuestras legislaciones, tanto en el modelo europeo como en el modelo americano. También fue un civilizador, pues el país de nuestro tiempo no existiría sino se hubiese tenido la visión del arquitecto, del diseñador, constructor, ingeniero Bonaparte, quien era una mente muy brillante.
¿Qué don de la naturaleza desearías poseer?
—El mejor de los dones que todos anhelan tener es la inteligencia, y es ahí donde fracasamos muchos, muchos nos quedamos anhelantes de tener inteligencia. Por ejemplo, a Albert Einstein hay que recordarlo por la teoría de la relatividad; en la música, Ludwig van Beethoven es inteligente, a pesar de su sordera traía la música en la mente, para mí su mejor obra es la Novena Sinfonía.
¿Cómo te gustaría morir?
—Dentro de mucho tiempo. Me gustaría morir en paz con la vida, en paz con los míos, considerando que es un asunto irremediable, aunque no sabemos cuándo, pero lo mejor es morir en tranquilidad y a mano con la vida.
¿Tienes alguna colección?
—Tengo algunas colecciones jurídicas [libros], entre ellas de autores españoles, fundamentalmente, también de autores mexicanos que son maestros de derecho. Me gusta ese tipo de colección debido a que siguen siendo fuente viva de conocimiento, inspiración y sabiduría.
Si pudieras comer una sola comida en tu vida ¿Qué sería?
—Mi mamá preparaba unos sopes con queso, lechuguita, carnita de cerdo bien doradita, con una salsa verde que hacía, y para mí era una delicia. Eso es lo que me gustaría volver a comer.
¿Tienes un lema?
—No es mí el lema, pero lo recojo porque me convence. Yo egresé de dos universidades: de la UAQ y de la UNAM, y en ambas me parece que tienen un lema universal. En la UAQ se tiene “Educo en la Verdad”, de Vasconcelos, mientras que en la UNAM, también de Vasconcelos, se tiene “Por Mi Raza Hablará el Espíritu”. Los hago para mí.
¿Cómo es que te proyectas en un futuro?
—Es muy posible que mi vida política esté cerrando un ciclo. Me gustaría seguir leyendo y seguir compartiendo la poca información que tenga, y si se da la oportunidad de alguna cátedra, impartir alguna clase, pues me gustaría, además de acompañar a mis hijos en el despacho, en la notaría, pues el tiempo que haya posible estar con ellos y dedicarme a la profesión.
Al final de cuentas todo va y viene, pero hay dos cosas que le quedan uno al final: la familia y los amigos, los cuales hay muchos en la política. Yo me voy a morir siendo licenciado en Derecho.
¿Tú principal virtud?
—Eso que le diga el tiempo y la gente. Es difícil que uno se califique, eso es lo más complejo, que uno se califique a sí mismo, eso mejor se lo dejo al tiempo. Yo se lo escuché a un dirigente, Emilio M. González [ex gobernador de Nayarit] quien decía que para calificar a un gobierno federal o estatal hay que tener en cuenta dos elementos: no lo califique usted ni sus amigos, que lo califique el pueblo y el tiempo. Entonces con el tiempo y con el pueblo uno trae el pulso de quién es uno.
¿A quién admiras en la vida?
—A algunos compañeros míos por su trabajo. Admiré a dirigentes, entre ellos al ex gobernador de Querétaro, Rafael Camacho, debido a que fue un gobernante muy comprometido en el ámbito social. También admiré a otro ex gobernador de Querétaro, Manuel González Cosío, porque fue uno de los que promovió la industrialización y modernización de Querétaro, en la política local admiré a esos dos personajes.
En lo académico a José Arana Moran, un personaje ejemplar. A todos mis compañeros de escuela les tengo un gran aprecio, a uno de losque admiré mucho y lo sigo admirando porque es un buen político es a Fernando Ortiz Arana.
¿Tienes alguna frase de algún autor, filósofo o escritor que te inspire en ciertos momentos?
—Sabía virtud de conocer el tiempo, es una frase de Renato Leduc, que es un poco de la frase de Antonio Machado que luego se hizo canción: “Caminante no hay camino, se hace camino al andar”.
¿Cuál es tu serie favorita?
—Varias, pero de las de contemporáneas me gusta aquellas que son de política. Hay una que se llama La Ventana Izquierda de la Casa Blanca, pero también me gusta Cartas en la Casa. Pues la vida política es de contrastes y de escenarios inimaginables, aciertos y desaciertos, lealtades y traiciones. Esas series lo pintan bien.