Nacido en Alemania, pero de corazón queretano, Luis Michael Dörrbecker es un piloto que busca consolidarse como una figura del deporte motor en nuestro país. De padre alemán y madre mexicana, Miji como le dicen de cariño, comenzó a los 8 años su carrera deportiva y hoy a sus 24 años, ya es campeón en Europa y estuvo en las pruebas para la Indy Car, pero el sueño de un patrocinador que impulse su talento aún está en espera.
Apenas el fin de semana finalizó su participación en la categoría Nascar Peak Challenge, la co estelar del campeonato automovilístico, a bordo del auto número 1 de FedEx-Telcel.
Soy una persona extremadamente analítica.
Lealtad es la que más aprecio, pero paciencia la que más necesitan conmigo (ríe).
Creo que toda mi vida ha sido una aventura, de una manera u otra cada paso de mi carrera fue una aventura por sí misma. Si tuviera que escoger una fue cuando me fui por primera vez a Europa para correr, deje mi casa y todo lo que conocía para irme al otro lado del mundo persiguiendo un sueño, acababa de cumplir 17 y no tenía idea de las implicaciones de esta decisión.
Lealtad y un poco de locura. Prefiero tener pocos amigos con los que sé que siempre contaré, para ser amigos míos tienen que tener un parte de locura, que un parte de sí mismos crea que nada es imposible.
Soy muy testarudo, necio que se me hace muy cercano a perseverante que considero uno de mis fuertes. Supongo que es un arma de doble filo, pero definitivamente a veces es fácil confundir si estas siendo perseverante o simplemente necio.
El kartismo me encanta, aunque puede considerarse parte de mi deporte. Algo totalmente diferente a lo que hago que me encanta es el cine, voy en cuanto tengo un momento libre.
Creo que hay tres partes a la felicidad: estar donde quieres estar, con quien quieres estar y haciendo lo que quieres hacer. Estoy convencido que, si tienes una de las tres serás una persona muy feliz, si cuentas con dos eres de los pocos suertudos y si tienes tres eres casi único. Espero algún día tener las tres.
Dejar de hacer lo que más amo que es correr, lo llevo haciendo desde que tenía 8 años, todo el día pienso en eso y siento que es algo que no dejaría porque me define como persona.
Me encantan los deportes por lo que me hubiera gustado ser parte de algún deporte incluso si no fuera yo el que lo practicara. ¿Tal vez algo artístico? Cantante, actor, aunque no creo que hubiera llegado muy lejos. Es una pregunta muy difícil porque siempre me vi como Miji, el piloto.
México, sin pensarlo dos veces. Amo mi país por lo que correr en el extranjero y poder representarlo me llena de mucho orgullo.
Cuando era pequeño el azul, extrañamente cuando crecí se convirtió el rosa mexicano. Se me hacía un color único y que me definía como mexicano. De ahí viene el color de mi casco.
El elefante. Se me hace un animal lleno de sabiduría, inteligente, poderoso, pero a la vez humilde y comprensivo. Aparte en muchas culturas significa buena suerte y prosperidad.
Si tuviera que escoger escuchar una el resto de mi vida sería Sweet Child of Mine de Guns N Roses
Cinderella Man (El Luchador en español). Siempre me han movido las películas de deporte y esta se me hace una joya con la que me sentí identificado.
Otra pregunta muy difícil pero recientemente leí el libro de Open que escribió Andre Agassi y se me hizo excelente, me sentí muy identificado.
Mis héroes o ejemplos a seguir siempre fueron personas reales. El mío es Alex Zanardi, más como persona que como deportista. ¡Un icono de lo que es jamás darte por vencido!
Turín, Italia. Tuve una relación de amor apache con Italia y los italianos, pero ahora los extraño. Tuve la oportunidad de vivir ahí tres años y me enamoré por su enorme cultura por el automóvil, el futbol, la comida y el arte.
Mumford & Sons.
Perseverante, observador, risueño.
La impuntualidad.
Que me hagan perder el tiempo, me gusta tener las cosas claras e ir al punto.
Charles Bukowski, siempre me identifico con sus frases y su manera de hacerte sentir algo con pocas palabras se me hace única.
Muhammad Ali, lo invitaría a cenar y no abriría la boca en toda la noche, solo dejaría que él me lo contara todo.
La impredecibilidad, me encanta pensar que todos los días algo increíble puede pasar.
El pastel azteca de mole y pollo que hace mi abuela, ¡con un poco de queso y crema!”.
No es mía, pero me la repito con frecuencia: “Doy gracias a los dioses que haya por mi alma inconquistable. Yo soy el amo de mi destino, el capitán de mi alma”.
Quiero ser parte de los mejores pilotos mexicanos de la historia.
No, sólo mis trofeos. Me hacen recordar y recordar es volver a vivir.
La perseverancia, ¡nada es imposible si lo puedes ver en tu mente lo puedes lograr!
A toda mi familia y amigos, me inspiran a ser mejor.