Desde hace varios años, los especialistas en temas laborales alertan sobre un foco rojo en el mundo del trabajo: la escasez de talento. Las empresas se enfrentan a un problema que para nada es menor: No encuentran a los candidatos idóneos que tengan las habilidades necesarias para cubrir sus vacantes. Lejos de desaparecer o disminuir, el problema se ha agravado en los últimos años.
Según la última encuesta de ManpowerGroup, los empresarios tienen cada vez más problemas para conseguir los perfiles que necesitan para hacer funcionar a sus organizaciones.
En 2018, la escasez de talento global llegó a su mayor nivel en 12 años. “En combinación con el cambio en las necesidades de habilidades, la escasez de talento se ha ido elevando hasta sus más altos niveles desde el inicio de nuestra encuesta en 2006”, sostiene el estudio. Si en 2006, un 40% de las empresas tuvo problema para encontrar a la gente necesaria, en 2018, un 45% lo tuvo y así fueron altas y bajas que resultan en un aumento. En México, las cifras son mucho menos alentadoras: 50% de los empleadores dice que no puede encontrar las habilidades que necesita.
A escala global, los países se enfrentan a contextos distintos. Por ejemplo, Japón es la nación que más enfrenta este reto –89% de las compañías enfrentó esta dificultad– debido a la falta de mano de obra, el envejecimiento demográfico de su población y las restricciones de inmigración. En contraste, en China los empresarios se enfrentan poco a esta dificultad (sólo 13% afirmó sufrirla). “El resultado consiste en que los empleadores se quedan con puestos vacantes, lo cual se convierte en una amenaza para el crecimiento y la eficiencia operacional”, diagnostica este análisis.
Las razones son diversas y tienen que ver tanto con los candidatos como con las empresas.
Por el lado de estas últimas, un aspecto fundamental que influye en que éstas no encuentren al personal idóneo son los salarios.
México es uno de los países con sueldos más bajos a escala global y casi el único en el que el salario mínimo no alcanza para cubrir las necesidades básicas.
La situación que vive el salario mínimo en México se ha calificado como “insostenible” por especialistas y organizaciones como Acción Ciudadana Frente a la Pobreza, la cual agrupa a varias asociaciones civiles y a expertos reconocidos en el ámbito de políticas públicas. El mínimo es una referencia y el panorama en el resto de salarios, por supuesto, no es mejor.
En este sexenio se han creado 3 millones de empleos –los cuales han sido presumidos una y otra vez por el gobierno federal en turno– sin embargo, éstos si bien tienen las prestaciones mínimas, ocho de cada 10 corresponden a aquellos de dos salarios mínimos. Además de que cada vez se eliminan más empleos de buena calidad.
En estos casi seis años se eliminaron 80 mil empleos de más de más de 16 mil pesos, de acuerdo con cálculos hechos con base en cifras del IMSS. Bajo este contexto, no es difícil imaginar por qué las empresas no encuentran candidatos que quieran sujetarse a estos salarios.
Ante esta realidad, sale a relucir uno de los pendientes que deja este sexenio –y no sólo este sino muchos otros en el pasado– y es la informalidad. Seis de cada 10 mexicanos no cotizan ante el IMSS, lo que significa que trabajan en esquemas informales. El fenómeno es complejo y tiene varias razones de ser, pero entre estas se encuentra lo caro que resulta para los trabajadores sostenerse en la formalidad como los altos impuestos que tienen que pagar los más pobres.
“Somos un país en el que se ha permitido el crecimiento de la informalidad, así que el principal competidor cuando buscas cubrir una plaza en tu organización no es el sector formal, sino el informal”, asegura Héctor Márquez, director comercial y de relaciones institucionales de ManpowerGroup. Los trabajadores se dan cuenta que para el sueldo que van a recibir, les va mejor incorporarse al sector informal.
Pero también es una realidad que los candidatos no están preparados para asumir los retos que quieren las empresas.
“La gente sigue sin tener experiencia suficiente en el área que se requiere. Desafortunadamente estamos viviendo un par de generaciones que sí tienen mejor grado de estudios pero no de trabajar y tener experiencia. Las escuelas pareciera que se esforzaron por mantenerlos en las aulas y evitar que tuvieran experiencia”, explica el especialista de ManpowerGroup.
En muchas industrias los egresados nunca han tenido experiencia y no tienen las habilidades que una empresa necesita. Sin embargo, esta escasez también se vive en áreas en las que no se necesita un título universitario.
Puestos como operadores de maquinaria especial, representantes de ventas, recepcionistas y asistentes personales, oficios calificados como electricistas, mecánicos o soldadores, choferes, técnicos o ingenieros siguen entre las vacantes más demandadas.
La escasez permea unas industrias más, otras menos. La reclutadora a escala global Hays pone el acento en las industrias dependientes de profesionales de la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM), las cuales viven una “severa” escasez de habilidades en el mercado laboral. “El talento que pronto alcanzará la edad de jubilación está empeorando aún más la situación, lo que añade una presión adicional a las industrias ya afectadas por la falta de talento cualificado”, sostiene un texto de Hays.