El gobierno de Estados Unidos no descarta que México se convierta en plataforma de exportación no sólo de gas natural, sino de petróleo crudo y gasolinas producidas en ese país y cuyo principal destino serían los mercados de Asia.

El Departamento de Energía estadounidense ha empezado a evaluar la conveniencia de seguir suministrando los grandes volúmenes de gas y gasolinas e incluir petróleo crudo al mercado mexicano, y de paso aprovechar la infraestructura que se está creando, como ductos, terminales de almacenamiento y puertos con vocación petrolera, para enviar estos hidrocarburos a otras partes del mundo.

Incluso, la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) sugirió que los puertos mexicanos pueden ser “salida” de exportaciones para el gas natural e hidrocarburos producidos en la cuenca de Permian y regiones productoras.

En un reporte publicado el pasado 15 de noviembre, el organismo regulador señala que el puerto de Manzanillo, Colima, tiene una capacidad de regasificación de 500 millones de pies cúbicos diarios. “Esta central podría reconfigurarse para licuar y exportar gas natural licuado a Asia”, indica.

Agrega que el tiempo de traslado del GNL a Japón desde Manzanillo podría ser 39% menor comparado con la ruta desde Luisiana, pasando de 23 a 14 días.

Además, los productores estadounidenses evitarían llegar hasta el Canal de Panamá.

El costo de transporte marítimo a Japón desde Luisiana se estima en 2.65 dólares por millón de BTU, incluyendo una tarifa para cruzar el Canal de Panamá de 0.20 dólares por millón de BTU. Desde Manzanillo el costo se estima en 1.81 dólares, lo que significaría una reducción de 32%.

Actualmente, según información de la US Energy Information Administration (EIA, por sus siglas en inglés), órgano oficial encargado de las estadísticas del sector energético de Estados Unidos, 54.6% de las exportaciones totales de gas natural estadounidense que salen por ducto llegan a México; el país está recibiendo también 15% del GNL del mercado estadounidense y recibe 100% del gas que sale vía camión.

Algo similar puede pasar con el crudo y las gasolinas que se producen en las refinerías de EU.

En este caso, los refinadores que tienen los ojos en México y en mercados asiáticos estarían en espera del desarrollo de capacidad de almacenamiento prevista como parte de la reforma energética.

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