Mientras se siguen discutiendo las reformas secundarias en el Congreso, continúa la contracción de la producción petrolera en los campos de Cantarell, Chicontepec e incluso Ku Maloob Zaap, el mayor activo de Petróleos Mexicanos (Pemex).
La producción de crudo en el país, se ubicó en 2.49 millones de barriles diarios en promedio durante el mes de mayo, volumen inferior en 30 mil barriles por día a los presupuestados en el Programa Operativo Trimestral de PEMEX (POT-I); así como 20 mil barriles diarios menos en comparación con la producción del mismo mes del año anterior.
La explicación de esta caída de acuerdo a la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), se debe a la constante disminución en campos muy importantes. Tal es el caso de Cantarell, localizado en aguas someras en la Sonda de Campeche, el mayor productor de petróleo en México en su historia y uno de los diez yacimientos más grandes encontrados en el mundo, y que en diez años declinó de 2.125 millones a 353 mil barriles por día (-83% en el periodo).
Así, hoy la participación del campo de Cantarell en la producción de crudo del país es de 14%, mientras que hace una década era del 62%. En el POT-I de PEMEX la producción esperada era de 442 mil barriles diarios, de hecho la real fue 20% menor a la expectativa.
En el caso de Chicontepec, campo localizado en Veracruz, si bien la producción superó en mayo en casi 10 mil barriles diarios a la esperada, los 48 mil barriles obtenidos, son menores a los 68 mil reportados en el mismo mes del año pasado. Incluso en el mayor productor del país, Ku Maloob Zaap, que representa el 35% de la producción nacional, se tuvo una caída de 7 mil barriles por día en el quinto mes del año, en comparación con igual periodo del 2013.
La baja pudo haber sido mayor, si ésta no hubiera sido compensada, principalmente por los campos de Tabasco, que han tenido un comportamiento al alza en los primeros cuatro meses del año. Por parte de los precios, no se vislumbran grandes cambios en el corto plazo, de hecho, en los últimos tres años se han visto los menores niveles de volatilidad en el mercado petrolero desde los choques petroleros de la década de los setenta.
Es cierto que las sanciones impuestas a Irán, la agitación en Libia y el resto del mundo árabe han reducido la cantidad producida desde 2011, pero esta disrupción en la oferta ha sido contrarrestada por el boom del gas shale estadounidense.
Incluso el ataque a la refinería más grande de Irak el pasado 18 de junio, disparó el precio del Brent por arriba de los 114 dólares por barril, pero aún debajo de los 145 dólares durante la crisis financiera y, de hecho, desde el pico de 2012 los precios han tenido una tendencia moderadamente a la baja.
Así, en 2013, las exportaciones petroleras sumaron 49 mil 493 millones de dólares, cifra inferior en 6.5% a la registrada en 2012, lo que representa una disminución por segundo año consecutivo. Asimismo, en lo que va del 2014, a pesar de haber registrado un incremento anual de 3.6% en el mes de mayo (el primero en el año), en los primeros cinco meses acumulan una caída de 8.8%, respecto del mismo periodo del 2013.
Esta disminución es resultado de una disminución tanto del precio, como del volumen de las exportaciones: en los primeros cinco meses del año, el precio promedio de la mezcla mexicana de crudo de exportación fue de 93.86 dólares por barril, disminuyendo 7.4% respecto del promedio observado en igual periodo en 2013; de igual manera, el volumen de exportación en este periodo fue inferior en 2.9%, al promediar 1.149 millones de barriles diarios.
Lo que sí es necesario en este ámbito, es detener la declinación de la plataforma petrolera de producción, a pesar de una inversión de exploración y producción en constante crecimiento. Así el principal reto de la legislación energética, será frenar dicho declive y asegurar más recursos a las finanzas públicas.
*Coordinadora de la Maestría