El tema de las llamadas reformas estructurales esta de nuevo en la escena política. Hace unos días se presentó el informe que, en cumplimiento de la Ley General de Desarrollo Social, elabora el CONEVAL sobre las estimaciones de pobreza a nivel federal y por entidad federativa para el año 2012.

En ese marco, el secretario de Hacienda y Crédito Público destacó que para reducir la pobreza es necesario tener un crecimiento de 5% del PIB, cifra muy superior a la alcanzada en años recientes. Afirmó que para lograr este objetivo deben realizarse las reformas estructurales.

El funcionario se refirió a reformas de fondo en materia energética, financiera, fiscal, de competencia económica y otras inscritas en el pacto por México, así se logrará crecer a 5% o más en esta administración. La vinculación por parte de la administración federal entre las reformas estructurales y el crecimiento de la economía no es nueva. Desde hace varios lustros se han ejecutado notables cambios en muchas leyes sin que hasta la fecha se haya logrado alcanzar un crecimiento sostenido de más de 3% en plazos largos. Hoy se insiste en el mismo punto.

En materia de petróleo se agrega que es impostergable la reforma dado los resultados financieros que tiene Pemex. Como sucede desde hace mucho tiempo el organismo público descentralizado registró perdidas en el primer semestre de 2013. En la nota de prensa se informa que cerró el primer semestre del año con una pérdida neta de 4 mil 122 millones de dólares. Como en el pasado, es un dato difícil de explicar si únicamente se considera la operación regular de Pemex. En el periodo de 2002 a 2012 el crecimiento en las ventas de Pemex es constante. Sin considerar el efecto de la inflación, el aumento es de 481 mil millones de pesos en 2002 a 1.6 billones de pesos en 2012, con lo que se triplican las ventas.

En México, Pemex encabeza la denominada lista de las 500 mas importantes empresas del país. Sus ventas y activos son considerablemente mayores a los de las firmas que le siguen en el enlistado respectivo. Pemex efectúa cerca del 14 por ciento del total de las ventas del grupo de las quinientas empresas más importantes que operan en México. En América Latina, en el año 2012, solo es superada en ventas por Petrobras de Brasil.

Para explicar los resultados de Pemex es necesario revisar el renglón de costo de las ventas. En 2012 equivalen a 50% de sus ventas. ¿Cómo operan otras empresas de la industria del petróleo? ¿Es qué las compras y contratos que realiza no son onerosos? ¿Existe algún traslado de rendimientos en su relación con empresas e inversionistas? Todos son preguntas que deben responderse.

Sin embargo, ello no le impide alcanzar un cuantioso rendimiento antes de impuestos, derechos y aprovechamientos (IDA).

En el año 2002 el rendimiento del organismo público antes de IDA equivale a 54.6%. Este rendimiento incluye todos los gastos que realiza Pemex y el propio costo de los productos que vende. En los años siguientes, como puede verse, aún cuando existe una ligera disminución en parte del periodo, las cifras son semejantes.

El año pasado el rendimiento de Pemex antes que entregue recursos a la secretaría de Hacienda son 55% de sus ventas totales. No obstante los problemas que tiene, el organismo público logra un cuantioso rendimiento.

Incluso sin analizar si el costo de sus ventas es óptimo, al igual que los gastos financieros en que incurre, los resultados financieros negativos son producto de los impuestos, los derechos y los aprovechamientos que debe canalizar al gobierno federal.

Lo normal es que el total de IDA que Pemex entrega al gobierno federal es superior al rendimiento que tiene antes de realizar este pago.

En el periodo de 2002 a 2012, cuando se realizan cuantiosas exportaciones de crudo y en varios años se tienen altos precios en los mercados internacionales, los impuestos, derechos y aprovechamientos que recibe el gobierno federal de Pemex son superiores al total del rendimiento alcanzado en el mismo lapso de tiempo.

Pemex entregó un total de 6.7 billones de pesos y tuvo un rendimiento de 6.2 billones de pesos. Para tener una idea sobre la dimensión de la cifra, equivale al 43% del PIB del año 2012.

Sin duda el régimen fiscal explica en parte los resultados de Pemex. Sin embargo, lo más grave es que los recursos entregados no se observan en inversiones realizadas en otras áreas de la administración pública. Se ha estado dilapidando la riqueza de la nación.

*Departamento de Economía, de la Universidad Autónoma Metropolitana, Unidad Iztapalapa.

Google News

TEMAS RELACIONADOS