El nuevo Reglamento para el Transporte Seguro de Material Radiactivo, que entró en vigor el pasado de 10 de junio, provocará escasez de insumos para el tratamiento de pacientes con cáncer, ya que la Secretaría de Comunicaciones y Transporte (SCT) no entendió el tema, dijo Juan Vilar, director general de la empresa JUAMA.
“La SCT está tratando de que el transporte de material radioactivo esté regulado, pero trata un producto de consumo humano como si fuera una fuente de radiactividad para uso industrial. Mi percepción es que dijo ‘esto es radiactivo, entonces se debe regular’, pero no llegó al fondo”, explicó.
JUAMA produce material radiactivo, pero la diferencia con otras fuentes de radiactividad para uso industrial está en dos aspectos: la vida media de sus radiofármacos es de 110 minutos y la potencia de la radiación es mínima, ya que su uso es para consumo humano y la sustancia debe inyectarse en pacientes con cáncer.
JUAMA envía el material en contenedores del tamaño de una cubeta, los cuales son 100% seguros e incluso han sido probados por el Departamento de Transportación de Estados Unidos.
La sustancia se usa para diagnóstico de cáncer y para determinar la efectividad de los tratamientos.
“La carga de una pila de 3 volts no es lo mismo que la carga de 10 mil volts de alta tensión. Éste es un producto para consumo humano, para tratar a pacientes, la radiactividad es muy baja. Sin embargo, la SCT quiere que tengamos placas federales para poder circular con más seguridad”, apuntó.
En su artículo segundo, la nueva reglamentación establece que se tendrá que transportar el material radiactivo por puentes, caminos o carreteras federales. Para JUAMA, la regulación los obligará a transportar de cuatro a ocho jeringas, en contenedores que no pesan más de 20 kilos, en una camioneta de tonelada y media.
“Sólo en la parte del Bajío son más de 500 personas al día que necesitan de nuestros productos y en todo el país serían más de 3 mil personas diarias las afectadas o 90 mil personas al mes. Habrá escasez”, agregó Vilar.
Dijo que la Comisión Nacional de Seguridad Nuclear y Salvaguardias asesoró a la SCT en el reglamento, y destacó el conocimiento del órgano desconcentrado sobre el tema, pero considera que la dependencia sólo busca exigir placas.
“Para producir este producto se necesita un acelerador de partículas, ciclotrón, que es una inversión importante.[ En algunos puntos] no podremos salir a carretera”, dijo.