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Fuera de la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey, la mayoría de las zonas urbanas a donde se pretende mudar a las secretarías de Estado carecen de la infraestructura necesaria para recibirlas.
Ciudad del Carmen, Tlaxcala, Chihuahua, Nuevo Laredo, Chetumal, Chiapas, Oaxaca y Chilpancingo, son las poblaciones que más requerirán desarrollar nueva infraestructura como vivienda, centros de salud, escuelas y carreteras, de acuerdo con la firma de servicios inmobiliarios Colliers International.
Y hay un grupo de ciudades medias que pueden tener una capacidad limitada para recibir una dependencia, pero en fases, como Puebla, Mérida y Villahermosa, donde sí hay infraestructura pero limitada.
Luis Enrique Méndez, director de la División Oficinas de Colliers International, dijo que el objetivo de la descentralización de las dependencias de gobierno es equilibrar las oportunidades económicas en las diferentes regiones del país, pero se requiere un plan maestro.
“Si tú mandas una secretaría de Estado completa a una ciudad sin infraestructura inmobiliaria de oficinas o que no tiene vivienda suficiente, ni servicios, al final vas a afectar más que ayudarla”, indicó.
La Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción Ciudad de México (CMIC CDMX) comentó que tomará años construir viviendas para mudar las secretarías.
“Si en la Ciudad de México hay déficit de vivienda, también lo hay en Mazatlán, Mérida, Mexicali, Ciudad Juárez, todos necesitamos construir más vivienda e infraestructura en el país, por lo menos durante los próximos 20 años”, dijo Arturo Bautista, presidente de la CMIC CDMX.
“La idea no es nueva. En Estados Unidos todas las instancias de gobierno están repartidas en el país y les funciona bien, pero no se pueden ir todas de un día para otro”.
La CMIC destacó que el Inegi está en Aguascalientes, Capufe en Cuernavaca y el FIRA en Morelia, y han operado bien sin mayor problema.
Otro factor a considerar es que los trabajadores de gobierno tienen créditos hipotecarios con Fovissste, el cual no tiene un programa de movilidad como el del Infonavit.
El Fovissste indicó que el Órgano Interno de Control tendría que solicitar esos cambios al instituto, pero después de que el sindicato consulte entre sus agremiados cuántos tienen créditos hipotecarios y cuántos de ellos estarían en posibilidades de trasladarse a otro estado.
“Sabemos lo complejo que es vender una casa, hacer una mudanza, mover a toda una familia a una nueva entidad. Hay que dotarlas de infraestructura nueva, electricidad, alumbrado público, agua potable, banquetas, calles, carreteras, aeropuertos, no es fácil”, comentó Alejandro Kuri, presidente de la Asociación Mexicana de Profesionistas Inmobiliarios (AMPI).
AMPI sugirió que los gobiernos locales, dueños de algunos inmuebles, revisen a fondo su inventario actual para hacer una permuta.
“También se puede recurrir a la figura de las asociaciones público-privadas donde el gobierno se asocia con particulares, es decir, con desarrolladores locales, para construir infraestructura a tiempo”, dijo Kuri.
Conectividad
La conectividad aérea tampoco será suficiente, pues hay ciudades como Ciudad del Carmen, Campeche, hacia donde se pretende envíar Pemex, que no tiene muchos vuelos diarios y viajar a Villahermosa para tomar otro vuelo toma tres horas en carretera.
Desde mayo de 2017, cuando la Comisión Federal de Competencia Económica recomendó algunas medidas para la asignación de los horarios de aterrizaje y despegue en el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, las aerolíneas tuvieron que cancelar vuelos, sobre todo de rutas con poca demanda.
Aeroméxico canceló la ruta México-Cozumel y temporalmente la México-Saltillo; Interjet lo hizo con la ruta México-Zacatecas y TAR la ruta Guadalajara-Mazatlán.
La Cámara Nacional de Aerotransportes que agrupa a todas las aerolíneas no estuvo disponible para comentar sobre la conectividad de las ciudades hacia donde se planean mudar algunas dependencias.