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Niños y trabajo Cómo alcanzar el equilibrio

Niños y trabajo Cómo alcanzar el equilibrio
01/09/2015 |23:28
Redacción Querétaro
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Trabajo e hijos. No son incompatibles, pero es todo un reto compaginar estas dos áreas de la vida para cualquier trabajador. Ya seas mamá o papá, en muchas ocasiones seguramente mantener, y no sólo eso, sobresalir como padre y como trabajador, ha parecido una tarea imposible.

Esto no sólo es una especulación, la gente cada vez quiere tener menos hijos porque no sabe cómo lograrlo de una manera exitosa. Otra razón es el que también tiene otras prioridades, precisamente como el trabajo.

Stew Friedman, un profesor de la Escuela de Negocios Wharton dentro de un proyecto llamado Trabajo/Vida. Proyecto de integración , le preguntó a estudiantes graduados de esa misma escuela en distintos momentos, en 1992 y en 2012, si ellos planeaban tener hijos. De ahí, cruzó los datos y los resultados son sorprendentes; mientras que 78% en 1992 lo planeaba, en 2012 apenas 42% tenía estos planes.

¿Qué cambió en 20 años? Muchas cosas. En lo que a ellos se refiere, desean trabajar más horas, están más preocupados por el dinero que van a tener que invertir en ello y quieren que sus mujeres se enfoquen mucho más en sus carreras Con respecto a ellas, mayormente quieren también desarrollarse profesionalmente.

No es que los profesionistas de hoy no quieran tener hijos, sino que ellos “no ven cómo lo pueden hacer y otras cosas se han convertido en más importantes”, explica Friedman.

Cuando llegan los niños

Pero la realidad es que tener hijos y trabajo se puede compaginar perfectamente. No sólo suele ser un paso natural en la vida, sino que al final, resulta benéfico para todos, para los hijos, para los padres y para las empresas mismas.

Por ejemplo, en lo que a los hijos se refiere, investigadores de la Escuela de Negocios de Harvard analizaron datos de 24 países, incluido Norte y Sudamérica, Australia, Europa, Asia y Medio Oriente y encontraron que los niños que fueron educados por madres trabajadoras eran mejores empleados, además de más amables. Además, las mujeres eran más propensas a trabajar más que aquellas que fueron educadas por amas de casa.

En cuanto a las empresas, éstas obtienen beneficios al ofrecer políticas amigables con los niños porque sus trabajadores están más satisfechos. Así lo explica Sabrina Parsons, CEO de Palo Alto Software (una empresa de tecnología radicada en Estados Unidos), la cual, al darse cuenta de la complejidad que implicaba ser madre de tres hijos y directora general, incorporó dentro de esta organización una política laboral que permitía que los empleados de la compañía pudieran llevar a la oficina a sus hijos.

“¿Mis empleados producen menos con esta política? ¿Mi empresa ha sufrido financieramente este estilo de vida? Al contrario. Nunca antes hemos crecido más rápido ni sido más financieramente exitosos. Tenemos empleados felices que trabajan para nosotros. Ah, y también tuvimos un boom de bebés el año pasado. Si esto no es un indicador de empleados felices y bien pagados, entonces no sé qué es”, explica en la Revista de Negocios de Harvard.

Una estrategia

Ahora bien, el trabajo y los pequeños pueden llevarse de maravilla, pero para ello es necesario que traces una estrategia.

“Esos papás que viven al día y que no tienen una estrategia para manejar el trabajo con sus hijos, son los que acaban con muchos problemas”, explica Ana Estrada, directora general y fundadora de la consultoría Brújula Interior, una consultoría que ayuda a los padres a integrar trabajo y vida personal.

Así, el trabajo no representa ningún inconveniente si se sabe llevar bien. El problema llega cuando los padres no lo tienen bien jerarquizado y le dan mayor importancia.

“Trabajar no es un problema, cuando el trabajo se puede volver un obstáculo para la buena crianza es cuando traigo una necesidad de validación que pongo el trabajo encima de mis hijos o cuando tengo un trabajo que no me deja respirar porque no los veo ni cuando se levantan ni cuando se acuestan. Ahí sí es bueno pensar en otro trabajo”, explica la especialista.

Esta estrategia tendrá como objetivo el que tú puedas pasar tiempo de calidad con tus hijos y el que ellos entiendan lo importante que es tu trabajo y lo que éste les aporta a ustedes para que puedan estar juntos.

Realmente no se trata de cantidad; no importa cuánto tiempo pasas con ellos, sino que éste sea de calidad. “El tiempo de calidad es aquel en el que estás emocional y físicamente presente cuando estás con tus hijos”, explica taisingchildren.net.au, un sitio australiano dedicado a integrar vida familiar y laboral.

Desconexión

Primero, desconectarte del trabajo. Sí, puede ser exhaustivo y estresante pero de nada sirve que estés pensando en éste todo el tiempo que estás con tus pequeños.

Dos consejos que pueden ayudarte: primero, no dejes tareas incompletas, ya que es para el cerebro es más sencillo recordar lo que no se ha terminado que lo que sí, explica Adrian Furnham en la revista Psicología Hoy. Y dos: ten claras cuántas son las horas que estás trabajando para que cuides no hacerlo de más.

Con los pequeños

Muchas veces los niños ven como un obstáculo el que tú trabajes ya que esto, según su perspectiva, hace que te separes de ellos. Para evitarlo, es necesario que construyas historias alrededor del esfuerzo que haces para estar con ellos y también que les expliques todos los beneficios que el trabajo puede traerles.

“Tienes que construir una historia alrededor de tu esfuerzo, porque lo que tú no les comunicas ellos no lo van a valorar, a ellos les parecerá que es normal, tienes que ayudarlos a dimensionar a qué grado te estás esforzando y tomando costos para poder estar con ellos”, asegura la especialista. Es mucho más sencillo explicar los hechos con historias, éstas, por supuesto, dependerán de la edad que tengan. No es que debas de inventarrte un cuento, sino que les narres todo el entramado de acciones que tienes que llevar a cabo para trabajar y ser padre.

Al mismo tiempo, tienes que demostrarles que es precisamente el trabajo un elemento que les permite estar juntos y pasar ratos agradables. Por ejemplo, mientras tú les explicas que vas a llegar tarde debido a pendientes laborales durante varias semanas, le cuentas que después de ese periodo pesado va a traer de vuelta un viaje maravilloso a su lugar preferido.

“El trabajo debe ser algo que también el chico valore porque tiene además una especie de beneficio para él. Es decirles ‘mira todo lo que gracias a mi trabajo puedo traer a casa para ti’”, explica la especialista.

Los pequeños detalles

El que no estés cerca de tus hijos todo el tiempo no quiere decir que no les demuestres que estás pendiente de ellos y cuánto es lo que te importan. Y los pequeños detalles son invaluables. ¿Por qué no pides un viernes al mes para ir por ellos al escuela? Lo valorarán mucho y se sentirán queridos. Por supuesto, no olvides contarles la historia de cómo lograste el permiso y de decirles lo feliz que estás por lograrlo.

Las obligaciones laborales en muchas ocasiones pueden traer viajes o tiempos de separación prolongados, pero puedes paliarlo de distintas maneras: “Piensa qué detallitos le dejas por la casa para que te recuerden, para ello tienes que ser creativo y hacer cosas diferentes”, ejemplifica la especialista. No es necesario que lo hagas diario porque esto incluso haría que se volviera parte de la rutina, sino que tienes que encontrar los momentos adecuados en los que los tomes por sorpresa.

La tecnología puede ser tu mejor aliada para que ellos tengan la sensación de cercanía contigo. Pídele que te mande fotos o hagan una sesión de llamada al día a través de video, esto hará que a pesar de que no estés, puedas hacerte presente. Siempre habrá una manera de compartir tiempo de calidad.

Sé creativo y dedícate a ello.