Cartera

“El nombre de la paz es el desarrollo”

“El nombre de la paz es el desarrollo”
02/12/2014 |00:01
Redacción Querétaro
Pendiente este autorVer perfil

Lograr el desarrollo y la prosperidad de Chiapas, Guerrero y Oaxaca es una responsabilidad compartida del gobierno, pero también de la iniciativa privada y la sociedad en general, porque mientras no exista desarrollo, los problemas serán recurrentes, expresó el presidente de la Asociación Mexicana de Bancos (AMB), Luis Robles Miaja.

“Se requiere tomar medidas serias para que haya desarrollo y prosperidad en esos estados, porque de lo contrario dentro de tres años puede haber otro suceso lamentable”, y advirtió también que en esas región se requiere inversión pública productiva e infraestructura, para que luego venga la inversión privada y se generen empleos.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el también presidente del consejo de administración del Grupo Financiero BBVA Bancomer, dijo que “el verdadero nombre de la paz es desarrollo; si no hay desarrollo, es difícil que haya paz. Los conflictos sociales que se pueden generar cuando no hay desarrollo son mucho mayores que cuando lo hay”.

Con relación al alza de las tasas de interés prevista por la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos el próximo año, Robles Miaja consideró que dentro de los países emergentes, México es de los más preparados para enfrentar un aumento.

De hecho, nuestro país ha sido el único de las economías emergentes que no ha tenido salida de capitales de sus mercados financieros y, además, las tasas han bajado, lo que en su opinión se debe a que los inversionistas ven en México una macroeconomía sólida, finanzas públicas muy bien manejadas, una política monetaria impecable, un sistema financiero fuerte y reservas internacionales cuantiosas.

Los mercados internacionales enfrentan una fuerte volatilidad; entre los factores de riesgo se prevé un alza en las tasas de interés ahora que Estados Unidos terminó el retiro de estímulos monetarios. ¿La banca nacional está preparada?

—Sí. Dentro de los países emergentes, México es de los más preparados, si no el que más, para el momento en el que la Fed decida subir las tasas de interés. De hecho, este año México es el único país emergente que no ha tenido salidas de capitales y que, además, ha tenido una reducción de sus tasas. Esa es una muestra de que los mercados ven en México una macroeconomía muy sólida, finanzas públicas muy bien manejadas, una política monetaria impecable, un sistema financiero fuerte, reservas internacionales cuantiosas.

Todo ello hace que México vaya a sufrir, por decir una expresión poco afortunada, pero descriptiva, mucho menos de lo que puedan sufrir otros países emergentes. Cuando llegue ese momento y suban las tasas, el Banco de México tendrá que hacer su labor para tomar medidas, pero tenemos todas las canicas para evitar que la volatilidad, que seguramente se va a generar de manera internacional, impacte de la menor manera posible a México.

¿De qué manera la situación que se vive en el país con la inseguridad y los desaparecidos, puede afectar la inversión?

—Primero, quiero expresar aquí un repudio a la violencia y una condena absoluta a los hechos de Iguala, y mencionar también mi enorme frustración como mexicano de que eso haya podido pasar en nuestro país, pero los mercados son más fríos, porque ellos (los inversionistas) cuando ven México, primero ven la información, los números y luego ven al país. No quiero decir que hay dos Méxicos, porque somos un solo México, y Guerrero es México, pero son hechos muy localizados.

(Los hechos de violencia) son una responsabilidad de todos, porque Chiapas, Guerrero y Oaxaca son México y todos, iniciativa privada, gobierno y sociedad en general, tenemos que trabajar por esos estados. Una parte importante del mensaje del Presidente la semana pasada, fue ese planteamiento de que se requiere tomar medidas serias para que haya desarrollo y prosperidad en esos estados, porque de lo contrario dentro de tres años puede haber otro suceso lamentable. Mientras no haya desarrollo van a ser problemas recurrentes. El verdadero nombre de la paz es el desarrollo, y si no hay desarrollo, es difícil que haya paz, la conflictividad social que se puede generar cuando no hay desarrollo es mucho mayor que cuando lo hay.

El gobierno tiene la responsabilidad de brindar a los ciudadanos educación, salud, está en la Constitución. ¿Por qué debe de participar toda la sociedad cuando es una tarea del gobierno?

—No es sólo con escuelas y hospitales como vas a sacar de la pobreza a esos estados, se requiere inversión pública productiva, infraestructura, etcétera, para que luego venga la inversión privada y genere empleos. Si no hay inversión privada, actividad productiva, generación de riqueza, no hay gobierno que saque a esos estados adelante. El país ha trabajado en esos estados con mucha ayuda asistencialista, y sí, les da de comer, les permite cumplir sus requerimientos básicos de vida, pero siguen en la pobreza. Creo que el anuncio presidencial es una gran noticia y esperemos que se ejecute bien.

¿Solucionan las cosas los puntos presentados por el Presidente, o quedó a deber algo?

—Dividiría el mensaje del Presidente en dos aspectos: el directamente vinculado con la violencia y el Estado de derecho, y otro el apoyo, el desarrollo de Chiapas, Oaxaca y Guerrero, del que ya hablé. Sobre la parte del mensaje vinculada al Estado de derecho, creo que era necesaria la creación obligatoria de las policías nacionales. Qué bueno que por mandato constitucional se creen 32 policías y no como hoy que tenemos mil 800, pero policías débiles, mal pagadas, mal armadas, muy poco capacitada. Celebro también el que pueda declararse la desaparición de poderes en un municipio, y cuando haya indicios de vínculos con el crimen organizado, tomen control las fuerzas federales. Evidentemente habrá que ver los límites y los requisitos que condicionará la ley a esta facultad. Creo que ese tipo de medidas son oportunas y van a ayudar a seguir avanzando en el combate a la delincuencia organizada y tratar de limitar la violencia en el país.

En estos dos primeros años de gobierno se hicieron muchas reformas, aunque unas están acotadas porque falta la ley secundaria. ¿Fue un borrón y cuenta nueva o no?

—Por supuesto que no. Yo escucho declaraciones de que en México no se vive en Estado de derecho y parece que son exageraciones; yo no dudo que haya muchos retos y temas que tienen que avanzar, en México tenemos una Suprema Corte de la Nación, independiente del Poder Ejecutivo, que ha probado su imparcialidad, que ha tomado una actitud muy de avanzada en protección de derechos humanos, que está integrada por ministros muy serios y responsables. En cualquier estado del país, la gente no invierte si no hay un Estado de derecho, y por supuesto que sí lo hay. Decir que no lo hay, parece una sobre reacción entendible, quizá a una situación o a algunas zonas.

Se mencionó mucho, tanto en el interior como internacionalmente, que México vivía “el momento mexicano” y había sacado 11 con las reformas. ¿Se perdió eso?

—No, bajo ninguna circunstancia. Creo que México vive una oportunidad histórica, hoy tenemos una macroeconomía muy fuerte y estable, que es reconocida por los mercados. Tenemos un régimen democrático, con instituciones muy sólidas, un Banco de México independiente con claridad en sus objetivos, el INE, reconocido internacionalmente como uno de los más serios; tenemos un gobierno sólido, un Poder Legislativo dinámico, con partidos políticos que actúan con todas las críticas, y que son propias de la democracia, pero sobre todo logramos que las fuerzas políticas se pusieran de acuerdo para sacar reformas que pueden dar un gran crecimiento al país en los próximos años.

En la banca hemos concluido que las reformas directamente tienen impacto en el crecimiento del PIB potencial de 1.5%. Son reformas estructurales, toman tiempo en ejecutarse. La reforma energética ya va a empezar a rendir frutos en 2015, y van a ser incrementales los impactos en la economía. Ya está ahí la fórmula para tener un crecimiento superior al que tenemos.

En esta parte que toca lo de las reformas, ¿siente que nos ponen al día o recuperan todo el atraso que traía México?

—Nos ponen al día. Cuando hablo de 1.5% es directamente imputable a las reformas, no estoy considerando ahí el crecimiento que se puede generar como consecuencia indirecta, y sólo con crecimiento, con creación de riqueza, de convivencia institucional dentro de un régimen democrático es cómo podemos hacer que México se convierta en un país desarrollado. Estamos con la oportunidad y todos debemos aprovecharla, todos debemos montarnos en ésta dinámica y permitir que nuestros hijos realmente tengan la oportunidad de vivir en un país desarrollado donde haya bienestar.

¿Qué tanto le ha afectado a su sector que todavía no se tengan varias de las leyes complementarias de la reforma financiera?

—Creo que se ha avanzado mucho. Las autoridades hacendarias y el Banco de México han trabajado mucho en toda la normativa secundaria, creo que muchas definiciones ya están dadas, faltan algunos temas, pero los temas claves ya están sobre la mesa.

¿No ha habido retrasos en el día a día en la banca por esto?

—No, he pactado mucho en temas que pueden parecer menores, pero vamos bien. La normativa secundaria que se ha emitido es congruente con el objetivo común que seguimos autoridades, legisladores y bancos que han permitido tener un sistema sólido y eficiente que permita acompañar con crédito el desarrollo del país y que permitan también una mayor inclusión financiera para que los beneficios de la economía de un sistema financiero formal, no sólo lo tenga un grupo minoritario, sino que llegue a todos los mexicanos.

Se vendió a los mexicanos que con la reforma financiera iba a crecer el crédito, y a un año de su aprobación éste ha sido marginal.

—Sí, porque el crédito está vinculado con el crecimiento. No puedes crecer el crédito a una velocidad mayor de lo que crece la economía. Si lo haces, el resultado es que terminas teniendo quiebras de estados financieros completos. El crédito se jala, no se empuja.

Y tiene una directa proporción con el PIB

Sí, si crecemos 2.6% no está creciendo el crédito 20%. Cuando sucede, que ya lo hemos vivido en México, de estar en 40% del PIB cayó a 11%, porque es insostenible. Es lo que pasó en Grecia.

¿Cuándo va a prestar más la banca? ¿Cuando el país crezca más?

—Y cuando haya demanda. Si un empresario no invierte, no demanda crédito, y la vinculación es absoluta, si México crecía al 3%, la banca crecía al 9% real y así durante 14 años. Esto nos sitúa hoy que el crédito como porcentaje del PIB representa 28% y es poco comparado con otros países similares. El nivel de crédito en Chile es de 80%, en Brasil alrededor de 50%; con una diferencia, Chile lleva con estabilidad financiera desde 1982, que fue su última crisis bancaria, México desde el 2000. Y la proyección que tiene la ABM, es que si logramos los crecimientos previstos por el gobierno federal, de mantener crecimientos de 4.5%, en 2018 vamos a poder llegar a 40% del PIB, y eso es una cantidad considerable.

El que no haya crecimiento limita a los bancos generar crédito, les baja los ingresos que tienen. En un país donde no se cumplen las expectativas de crecimiento, ¿se sienten con las manos amarradas?

—No, porque nosotros tenemos una visión de largo plazo, yo no veo el siguiente trimestre, estoy viendo el país en los próximos 5 o 10 años, por eso se han anunciado varios planes de inversión por parte de distintas instituciones financieras; por ejemplo el caso de Banamex, de Citi, de Bancomer que anunció una inversión de 3 mil 500 millones de dólares en un periodo de 3 años en infraestructura física y tecnológica, se están haciendo inversiones muy importantes porque hay confianza en el país. Y es ahí que quiero recordar que los terribles hechos de Ayotzinapa no cambian las perspectivas económicas del país, y ayudan a que se tomen medidas serias.

Comentaba que tiene una buena perspectiva para México en los próximos 5 a 10 años, por los criterios económicos dados por el gobierno; ¿se puede realmente lograr cuando sus perspectivas de los dos primeros años se han ido recortando?

—Sí, por supuesto. Cuando se hace una proyección económica, se parte de unos supuestos. En el caso de México, un supuesto muy importante es el crecimiento de Estados Unidos. Las proyecciones que se hicieron el año pasado, fue con base en crecimientos muy superiores a lo que realmente creció ese país, pues se hicieron con base en un volumen de construcción de vivienda y obra pública que no se cumplió por una razón coyuntural que fue la crisis de la industria de la vivienda.

Se asumió la problemática, se tomó la pérdida y se reconvirtió el sistema y hoy el sector de vivienda está creciendo al 5%. También tuvimos el terrible invierno norteamericano que frenó otra vez a Estados Unidos y tuvo consecuencias directas con nuestro crecimiento. Este año vemos que se revirtió la curva, vamos en crecimiento, no con la dinámica que requiere el país y que previmos, pero otra vez se explica por factores coyunturales. Cuando no se cumple una expectativa de crecimiento, pero se ven factores coyunturales y no estructurales, no pasa nada, sólo hay que tener un poco de paciencia.

Por eso la expectativa de la banca para 2015 es de 3.5% o 3.7%, si a eso le agregas las reformas estructurales te puede llevar a los crecimientos de cuatros y superiores para 2017 o 2018.

El 1 de enero de 2015 entran las reglas de Basilea en su parte de liquidez; ¿la banca está preparada?

—Absolutamente, esto ya está analizado y ningún banco del sistema financiero mexicano va a tener problemas para cumplir las reglas.

¿Llámese pequeños o grandes?

—Todos van a cumplir las reglas, no es una expectativa basada en interpretación, sino en datos y nos indican que vamos a cumplir sobradamente con las reglas de liquidez.

¿Cree que a partir de esto podamos ver fusiones o adquisiciones de grandes a chicos?

—Sí, yo creo que va a ver una reestructura en el sistema financiero mexicano. Tenemos bancos nacionales grandes, bancos especializados en diversos segmentos y bancos regionales, pero hay bancos que requieren volumen, esto es en todos lados. Esta reconfiguración se ha dado y se seguirán dando, porque esto es natural a los negocios y particularmente al sistema financiero.