Un eventual incremento al salario mínimo en México es probablemente inevitable, considerando que es 70% más bajo que hace cuatro décadas, afirmó Carlos Capistrán, economista en jefe para México de BofA Merrill Lynch. Un aumento de 10% a dicha percepción podría elevar la inflación general en alrededor de 75 puntos base, estimó.

La Comisión Económica para América Latina y el Caribe de Naciones Unidas (Cepal) ha destacado el extremadamente bajo nivel del salario mínimo en México, que se encuentre por debajo, incluso, del umbral de pobreza per cápita. El problema afecta a una gran proporción de los hogares en México, ya que 17% gana dos salarios mínimos o menos.

Pedro Borda, director de la Asociación Mexicana de Recursos Humanos (Amedirh), consideró que es necesario revisar el salario mínimo, sin embargo preocupa que se maneje solamente como una bandera política y se pierda su importancia económica.

Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno del Distrito Federal abrió recientemente el debate al proponer un aumento de 26% al salario mínimo (de 65.6 a 82.9 pesos diarios), así como desligarlo de las multas, pensiones y otras tarifas.

No es deseable que precios y tarifas estén referenciados al salario mínimo ya que éste no constituye una variable que refleje cambios en equilibrios económicos sino decisiones fundamentalmente de carácter político. Sería mucho mejor que se hiciera un esfuerzo por cambiar todas las referencias que existen al salario mínimo y, en su lugar, utilizar las UDIs, por ejemplo, que reflejan el cambio en inflación, advierte un informe elaborado por BBVA Bancomer.

Gustavo Madero, presidente del PAN, apoya un aumento al salario mínimo y propuso abrir el debate a un referéndum en las elecciones intermedias de 2015. En opinión de Carlos Capistrán, es probable que la propuesta termine aumentando el salario mínimo en los meses siguientes a las elecciones.

Para el especialista, el problema va más allá del salario mínimo real. El salario promedio en la formalidad también ha crecido muy poco, a un ritmo de 5% en términos reales de 2002 a 2014; sin embargo, incluso esa baja tasa de crecimiento ha sido suficiente para elevar la discrepancia entre el salario promedio y el mínimo desde 2002.

A pesar de ello, aumentar el salario mínimo no es la mejor manera de redistribuir el ingreso, advierte el experto.

Todos esos trabajadores aumentarían la oferta laboral en el sector informal, disminuyendo los salarios y la productividad. Esto podría lastimar las ventajas competitivas de México contra otros países exportadores de Asia, criticó Capistrán.

Un aumento sustancial en el salario mínimo, como el propuesto por Mancera, podría incrementar el Índice Nacional de Precios al Consumidor en 165 puntos base, un aumento nada insignificante. Esa inflación podría contrarrestar parte del aumento en los salarios nominales, explicó el experto.

Analistas de BBVA Bancomer comentaron que en el caso de que se contemple la medida, lo deseable sería elevar el salario en una sola ocasión para que la inflación se presente sólo de forma temporal y no se altere la trayectoria de los precios.

“Las reformas estructurales ayudarán, ya que prevemos que el crecimiento potencial aumentará, pero sus efectos tomarán tiempo en repercutir en los salarios”, citó Capistrán.

Google News

TEMAS RELACIONADOS