Las instituciones bancarias destinarán más de 270 mil millones de pesos en el sector energético del país en los próximos años para financiar los diferentes proyectos ya planeados por el gobierno federal, aunque se prevé que vendrán más préstamos a medida que se anuncien las licitaciones.

Banamex, Banorte, Santander, HSBC, BBVA Bancomer e Interacciones son algunas de las instituciones financieras que apuestan en la industria energética del país y que buscarán financiar proyectos de energías renovables, petroleros y de gasoductos, entre otros.

El grupo financiero HSBC anunció en mayo pasado que destinará, en conjunto con Nacional Financiera (Nafin), 26 mil millones de pesos para financiar los proyectos de empresas que ya operan en el sector energético mexicano o que estén buscando invertir en esta área.

El Programa Impulso Energético Nafinsa-HSBC permite financiamiento a pequeñas y medianas empresas (Pymes) con tasas que van desde 6% en pesos y 4.5% en dólares, en montos que van de 500 mil y hasta 500 millones de pesos.

“Esto está dirigido más para empresas pequeñas y medianas que para las grandes corporaciones que se pueden financiar más barato por sí solas. Lo que buscamos es el otorgamiento de más créditos a tasas más competitivas y trabajar en conjunto con la banca de desarrollo para fomentar el crecimiento en México”, explicó Oswaldo Ponce, director general adjunto de Banca de Empresas en HSBC México.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el directivo comentó que durante los dos primeros meses se colocaron créditos por 2 mil 500 millones de pesos.

El banco prevé que se terminará de entregar los recursos de este fondo para finales de 2015.

No obstante, Ponce adelantó que el banco buscará financiar más proyectos una vez que se entregue los 26 mil millones de pesos.

“Estamos tratando de canalizar todo por aquí (el fondo), pero evidentemente tenemos mucho más actividad que esta. Estamos apoyando a las empresas que no participan por el fondo porque tienen más tamaño, debido a que pueden acceder a tasas más competitivas por sí solas”, indicó.

El Programa Impulso Energético contempla la oferta de créditos para atender cualquier necesidad, desde maquinaria, equipo, inventarios, anticipos de obra; así como cualquier requerimiento de capital de trabajo, proyectos de inversión al sector, la creación y desarrollo de infraestructura, modernización y desarrollo tecnológico.

“Las oportunidades que representa la reforma energética para ampliar la inversión privada en este sector, nos hizo desarrollar el programa Impulso Energético Nafinsa-HSBC, con atractivos productos de financiamiento, rápidos en su originación y en condiciones accesibles para empresas vinculadas al sector”, comentó Jacques Rogozinski, director general de Nafin.

Oswaldo Ponce expuso que HSBC ha participado en el financiamiento de varios proyectos energéticos, como la construcción de gasoductos, así como de proveedores de Pemex y CFE.

Si bien, la institución financiera busca participar en todas las áreas energéticas, como hidrocarburos, electricidad, infraestructura y el desarrollo de energías renovables, el 64% de los créditos otorgados hasta ahora sirvieron para financiar a proveedores directos del sector energético, de los cuales 85% trabajan para la petrolera y 15% para la comisión de electricidad.

“Estamos intentando entrar en toda la cadena” del sector, pues el banco considera que la apertura de la industria energética a la inversión privada se traducirá en más y mejores empleos para los mexicanos.

Oswaldo Ponce recordó que las compañías privadas ya están laborando en el sector energético desde hace varios años como proveedores de las dos empresas estatales; sin embargo, con la reforma las empresas podrán involucrarse directamente en ciertos proyectos, por lo que habrá más posibilidades para los bancos para otorgar mayores préstamos.

Interés por el sureste

Por su parte, el Grupo Financiero Interacciones planea destinar este año más de 10 mil millones de pesos para proyectos de infraestructura energética e hídrica, especialmente en el sureste del país.

En los próximos cinco años, este financiamiento aumentará a 40 mil millones de pesos, dijo en entrevista Carlos Rojo, director general ejecutivo del grupo.

“Una vez que los grandes proyectos que lleguen como parte de esta reforma energética en el sureste del país y se empiecen a dar, los estados y municipios donde esta infraestructura se va a poner, requieren de ciertos servicios e infraestructura para lograr que el gobierno federal invierta en su estado”, indicó.

“En tema de infraestructura estamos viendo acuerdos de energías renovables. No puedo dar nombres o montos de cada proyecto por confidencialidad con los clientes, pero estamos muy activos en estos dos segmentos”, agregó.

Rojo también consideró que el banco participará tanto en energía de hidrocarburos como en las alternativas, financiando proyectos para la producción de energía solar y eólica, así como biomasa.

La biomasa es un combustible que se obtiene con residuos animales, vegetales, agropecuarios, sólidos urbanos, es decir la basura, y de la industria alimenticia.

Este tipo de energía puede aprovecharse de dos maneras: quemándola para producir calor o transformándola en combustible sólido, líquido o gaseoso.

Adicionalmente, Interacciones financiará un proyecto de biomasa en el Distrito Federal, cuyo crédito todavía está siendo evaluado ya que el grupo está buscando acuerdos con otros socios.

Para incentivar la proveeduría nacional en los sectores de los hidrocarburos, electricidad y energías renovables, el grupo financiero elaboró un programa de financiamiento para las pequeñas y medianas empresas (pymes).

“Lo que estamos haciendo es que estamos atendiendo a aproximadamente seis mil proveedores que realizan proyectos con las distintas entidades del gobierno federal. El 60% son proyectos con CFE y Pemex. Lo que hacemos es participar en el financiamiento de todos los proyectos”, explicó Carlos Rojo.

Aún no define financiamiento

Scotiabank ha sido un actor importante para el financiamiento de proyectos de infraestructura y energéticos en los últimos años en el país, por lo que con la reforma buscará continuar financiando el sector.

No obstante, fuentes del banco canadiense comentaron que no se ha podido cuantificar todavía las oportunidades de inversión que generará el sector energético, luego de su apertura al privado porque aún no se conocen todos los proyectos que se licitarán.

“Estamos atentos a las iniciativas pendientes para poder cuantificar de manera correcta la dimensión de las oportunidades que se abren en el sector energético, mismas que aprovecharemos de acuerdo a la implementación de la nueva regulación, así como las evaluaciones de expertos sectoriales”, indicaron las fuentes de la institución.

“Scotiabank en México ha sido un actor clave financiando proyectos de infraestructura y energéticos en los últimos años, y se encuentra particularmente bien posicionado para continuar haciéndolo como resultado de la reforma energética basado en su conocimiento en inversiones en Canadá y Estados Unidos con su área de asesoría especializada, Scotia Waterous”, agregaron las fuentes del banco.

Recientes anuncios

Por su parte, Santander tiene disponibles 65 mil millones de pesos para financiar infraestructura energética a través de créditos simples, sindicados, líneas para emisión de garantías, financiamiento para importaciones y exportaciones, y proyectos estructurados, principalmente para Pemex y CFE.

Para 2018, el crédito de Banamex para proyectos de empresas públicas y privadas de los sectores de energía y de infraestructura llegará a 130 mil millones de pesos.

Este monto, informó el banco hace dos semanas, será otorgado directamente a las empresas o a través de operación de mercado de deuda y capital.

Banorte informó este martes, que creará dos fondos de 500 millones de dólares (6 mil 725 millones de pesos) cada uno para financiar en los próximos años proyectos de energía e infraestructura.

“Claramente no va a ocurrir de la noche a la mañana, pero vamos a prepararnos para poderlos apoyar y aquí estamos pensando en un fondo energético y en un fondo de infraestructura que cada uno valdrá al menos 500 millones de dólares”, expuso Alejandro Valenzuela, director general del grupo financiero.

Sin embargo, el directivo informó que todavía no hay plazo para la inversión de estos fondos en proyectos concretos, porque se está implementando la reforma energética y los reglamentos de la legislación secundaria del sector no entran en vigor todavía.

Una vez que se termine todo el proceso de la reforma energética, Banorte hará los anuncios específicos sobre estos fondos y los proyectos que financiará.

“Cuando salgan los reglamentos y podamos hacer las modificaciones para poder comenzar a lanzar (los fondos) y claramente después buscar los proyectos para que esto se vuelva una realidad. Pero digamos que más pronto mejor”, expresó el directivo.

Ocho estados beneficiados

El Grupo Financiero BBVA Bancomer afirmó el miércoles que la reforma energética da importantes oportunidades para el banco para participar en los proyectos que se licitarán.

No obstante, Carlos Serrano, economista en jefe de esa institución financiera, comentó que por el momento no se podía cuantificar el monto que se podría destinar en créditos o en un fondo que le permitiría financiar los proyectos energéticos, ya que todavía no se anuncian las obras.

“Sería muy complicado dar un número sin conocer primero el resultado de las licitaciones”, dijo.

Si bien considera que la producción de petróleo y gas se incrementará 20% en 2018, serán ocho los estados que se verían beneficiados por la reforma energética.

Adicionalmente, las entidades de Tabasco, Veracruz, Chiapas, Puebla, Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila y San Luis Potosí registrarán un mayor dinamismo económico en 2018 al que se hubiera observado sin la reforma energética.

Riesgos

El analista financiero de la calificadora Moody’s México, Felipe Carvallo, considera que el financiamiento de proyectos energéticos por parte de los bancos es un riesgo, pero todo dependerá de cómo las instituciones bancarias estructurarán sus préstamos.

Además, los bancos deberán compartir los riesgos porque los proyectos serán muy grandes para que una institución pueda financiarlos por sí sola.

“Creo que Bancomer, Banorte y demás, van a tener que juntarse y dividir estos préstamos tan grandes. Pero mientras, no hay muchos detalles”, explicó.

Carvallo aseguró que estos préstamos van a estar fuera del balance, con la creación de fondos específicos para financiar los proyectos.

“El riesgo estaría un poco más acotado, un poco separado del banco y no crearía ‘descalces’ entre los activos y los pasivos, porque estos préstamos estarán amortizados hacia el largo plazo y los bancos no tienen tanta emisión de deuda, lo que sería positivo para los bancos”, argumentó el analista.

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