Recientemente, el presidente Enrique Peña Nieto anunció la instalación de una nueva planta de Kia Motors, empresa surcoreana subsidiaria de Hyundai, en la que se contempla una inversión de mil 500 millones de dólares y la generación de 3 mil empleos aproximadamente.

Esta inversión es reflejo de la confianza que la potencia comercial surcoreana ha mantenido en nuestro país. Corea del Sur es uno de los asiáticos que tiene algunos de los indicadores de crecimiento más importantes después de la Segunda Guerra Mundial y en tan sólo tres décadas ha logrado posicionarse como uno de los países con mayor crecimiento en el mundo. Según datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) muestra que en los últimos años su tasa de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) es de 3.0%, su tasa de desempleo se mantiene en 3.1%, su balance fiscal es de -0.4% y la inflación general de 2.9%.

Gracias a un alto nivel de desarrollo y a su elevado grado de apertura al exterior, Corea del Sur promete ser uno de los socios más importantes para México.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Guadalajara, muestra que Corea entró a la década de los noventa con merecido estatus de nuevo país industrializado, ya que su ingreso per cápita ascendió de 1,420 dólares internacionales en 1960 a 9 mil 184 dólares en 1990, sextuplicándose en sólo tres décadas.

Según la Secretaría de Economía, el comercio entre México y Corea del Sur ha tenido una evolución satisfactoria en los últimos años. En 2006, el intercambio comercial alcanzó más de 11 mil millones de dólares, 65% mayor al registrado en el año anterior.

En México la inversión coreana se ha intensificado a partir de la década de los noventa. La Secretaría de Economía muestra que de 1999 a 2014 la Inversión Extranjera Directa en México, acumuló un monto de mil 846 millones de dólares, ocupando el segundo lugar de la inversión asiática, después de Japón (8 mil 347 mdd) y por encima de Singapur (mil 448.9 mdd).

Dos terceras partes de la inversión se destinaron al sector manufacturero, principalmente en la fabricación o ensamble de equipo electrónico y aparatos electrodomésticos, elaboración de productos plásticos y fabricación de tejidos y prendas de vestir.

Mientras que de 1999 a 2014, el número de sociedades que presentaron flujos de inversión extranjera directa ascendió a mil 641. Las principales empresas coreanas inversoras en México han sido Samsung Electronics, Daewoo y Hyundai Motor Company.

Por su parte, las exportaciones de México se han incrementado en 28%, por encima de 19% de las importaciones coreanas de otros países. Nuestro país es proveedor de mano de obra barata y algunos recursos naturales. También provee bienes intermedios de bajo valor agregado. Los principales productos que se exportan hacia Corea del Sur, son minerales de plomo, zinc, plata y cobre, aparatos de redes de área local, sal para uso y consumo casero e industrial y cerveza de malta, entre otros.

Aunque la relación laboral entre Corea y México se ha estrechado, esta ofrece un amplia potencial de profundización no sólo en las áreas de comercio e inversión, si no también en la cooperación técnica, agrícola, cultural y hasta deportiva. Hasta ahora ese potencial no ha sido aprovechado ampliamente. Es noticia importante que México y Corea reinicien negociaciones para lograr un Tratado de Libre Comercio (TLC), habrá que analizar los temas de acceso a mercados, procedimientos aduaneros, medidas sanitarias y fitosanitarias, inversión y servicios.

* Académico de la Universidad Tecnológica de México.

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