La falta de una reforma hacendaria y el constante aumento en los niveles del endeudamiento público, inhiben el crecimiento del país al restarle recursos que deberían ser canalizados al financiamiento del sector privado productivo, advirtió el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP).
Destacó que el gobierno federal no tiene la capacidad de obtener los recursos necesarios mediante la política tributaria actual, ya que mantiene un desequilibrio estructural y se refleja en un constante endeudamiento para financiar los faltantes de las cuentas públicas.
Por ello, la importancia de una reforma hacendaria para corregir los desequilibrios que han limitado mayor crecimiento y mejor distribución del ingreso.
“Mientras no se tome con seriedad la importancia de llevar a cabo una reingeniería del gasto público, el dispendio de recursos continuará siendo un factor en contra de los niveles de recaudación”, precisó.
Adicionó que la ineficiente asignación de recursos que ha privado en el gobierno federal también ha contribuido a limitar los recursos que se podrían canalizar a programas con mayores beneficios para el bienestar de la población y crecimiento de la economía y; de mantenerse este entorno, la deuda pública seguirá aumentando.
Asimismo aseguró que el problema no se resolverá sólo con ajustes en el sistema tributario a través de nuevos impuestos o mayores tasas y sin considerar acciones claras en materia de aumentar la base gravable y reducir la evasión y elusión fiscal que la complejidad del sistema ha fortalecido por muchos años.
Recordó que en los resultados de las finanzas públicas al cierre del 2012, el sector público tuvo un déficit de 403.6 mil millones de pesos, lo que equivale a 2.6% del Producto Interno Bruto (PIB), porcentaje superior dos décimas de punto porcentual a lo previsto en los Criterios Generales de Política Económica para 2013.
Esto contribuyó para que el saldo de la deuda neta del sector público se elevara a 5 mil 352.9 millones de pesos (mdp) o 32.6% del PIB.
“Este comportamiento muestra que el objetivo de balance cero no es real, ya que se prevé que en 2013 habrá un déficit de 2% del producto y, el excluir la inversión de Pemex del balance público tradicional, aunque hace que el déficit se convierta en cero, es simplemente un arreglo contable que al sumar todas las cuentas públicas e incluir los compromisos contingentes desaparece”, explicó.
Añadió, el reporte trimestral de la SHCP, al cierre de 2012, este rubro fue de 5 mil 891 mdp y si a ese monto se suma la deuda de estados y municipios, podría poner en alerta la salud de las finanzas públicas.