Si quieres establecer una empresa relacionada con el sector de la belleza y el cuidado personal, ya sea un spa, salón de belleza, una fábrica de jabones o shampoos, o algún negocio relacionado, esto te interesa.
Primero tienes que saber que es una industria que ha crecido en los últimos años y que lo seguirá haciendo en los próximos; sin embargo, no al mismo ritmo que lo había hecho los últimos cinco, de acuerdo con mediciones de Euromonitor Internacional.
En 2013 la aceleración que traía este rubro disminuyó debido a que los consumidores se mostraron cautelosos al gastar en este tipo de productos y servicios debido a la desaceleración de la economía, según el mismo informe de Euromonitor.
Sobre todo en el inicio de año, este tipo de servicios y de productos pierde en frecuencia de compra y es cuando los consumidores gastan menos, asegura Kantar Worldpanel.
Baja el desembolso, pero al final, siguen gastando aunque sea poco en estos productos y servicios.
En lo que hace a un spa o a un salón de belleza, la Guía para establecer un salón o un spa desarrollada por Entrepreneur asegura que estos negocios siguen creciendo a pesar del mal comportamiento de la economía porque sus servicios no pueden ser replicados en casa o al menos no pueden ser igualados bien.
En cuanto a los cosméticos y productos de cuidado personal, es una industria que al contener elementos de la canasta básica como desodorantes, japonés, rastrillos y shampoos, también tiene oportunidades de que los consumidores sigan consumiendo aunque en una menor medida.
“En cada hogar mexicano encontramos entre cinco y ocho productos de este tipo, entonces son utensilios de primera necesidad para el cuidado y la higiene. Es un sector dinámico, les diría a los emprendedores que se animen porque hay muchas cosas por hacer, hay categorías que no se han desarrollado en plenitud como los productos para caballero”, asegura Giselle Segovia, directora de Relaciones Institucionales de la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos.
Así que tanto las empresas de belleza relacionadas con productos o servicios, tiene cierta oportunidad en el mercado, la cuestión es aprovecharla.
El mercado mexicano vale 10 mil millones de dólares y a nivel de América Latina, México es el segundo lugar en el consumo de productos cosméticos luego de Brasil, según Segovia.
Esta parte del rubro de belleza crece a 4% anual y representa .9% del PIB.
Así es
Los especialistas coinciden en que el sector de la belleza y el cuidado personal es muy generoso, sin embargo, debido a las constantes innovaciones, el emprendedor debe tener prendido constantemente el radar.
Jorge Milán, director de Elf Cosméticos, asegura que debes de estar atento a qué es lo que pasa en el entorno y en la competencia.
“Debes de tener una vista periférica y estar consciente de qué sucede a tu alrededor ya sea, cosmética, perfumería, cuidado para la piel, estética o spa, para ver hacia dónde quieres dirigir tu marca”, asegura el especialista.
En este sentido, algo que tienes que tomar en cuenta es que precisamente esta necesidad de estar a la vanguardia puede volverlo un trabajo que exige mucho esfuerzo y, sobre todo, que te exija hacer a tu producto o servicio único entre el mar que ya existen a tu alrededor.
“Es bastante demandante y es muy sacrificado. Tú puedes estar pensando en poner un spa, pero el de al lado tiene un plus. Entonces tienes que estar pendiente de qué hay alrededor y saber que tu producto es diferente en el mercado”, afirma Milán.
Este constante cambio hace mucho más importante una de las máximas de cualquier negocio: tu producto o servicio tiene que ser claramente capaz de diferenciarse de la competencia.
La oferta es tan grande tanto de productos como de servicios para esta industria, quizá más que algunas otras, que debes de tener bien diferenciado lo que vas a vender y además que sea a un costo accesible.
No sin un modelo
Aunque pertenezcan al rubro de belleza, cada negocio es diferente –un spa, una compañía de cosméticos, un salón de belleza, una empresa de jabones, etcétera– pero lo que es necesario que tomes en cuenta es que todos necesitan un modelo de negocio.
Esto es, que determines cómo es que tu empresa será rentable pero también cómo es que ésta generará valor para el cliente. Cualquiera que sea el giro específico, necesitas generar valor para tu consumidor.
Éste modelo definirá cómo se inserta tu compañía en la cadena de valor. Alexander Osterwalder, un profesor de negocios creó lo que se conoce como “Business Model Canvas” (Canvas significa “lienzo”), que es una herramienta metodológica que te permitirá, a través de la construcción de nueve bloques que cubren las principales áreas de un negocio —clientes, oferta, infraestructura y viabilidad financiera—, explicar la forma en la que tu empresa buscará hacer dinero.
Hay plantillas que puedes descargar gratuitamente y comenzar a trazar las directrices de tu emprendimiento.
Hay una palabra clave para todo emprendimiento: innovación.
Ésta puede estar presente en cualquier área de tu empresa, ya sea en tus proveedores, en tu servicio al cliente, en los tratamientos que ofreces o en cualquier lugar de la cadena de producción.
Para desarrollar esta parte, Giselle Segovia, directora de Relaciones Institucionales de la Cámara Nacional de la Industria de Productos Cosméticos, asegura que es necesario detectar las necesidades de los consumidores ya que cada vez éstos son más exigentes con los resultados del producto.
“Un ejemplo, el medio ambiente, parece que no se relaciona con la industria pero hoy los consumidores se preocupan que los productos que lo cuiden”, asegura Segovia.
Además de que tiene que corresponder a las necesidades de tu consumidor, tienes que estar convencido de que sirve y es de calidad. No puedes vender algo que ni siquiera tú contratarías o no usarías.
Sé sincero
La honestidad a la hora de internarse en esta industria también es otra de las claves. Tienes que creer en tu producto o servicio pero también debes escuchar al cliente para ofrecerle algo de acuerdo con lo que éste necesita y anteponer ésta a tus deseos de ganar un poco más de dinero.
“Primero me pongo en los zapatos del cliente, veo sus necesidades y hago una propuesta con base en lo que me está pidiendo. No debo venderte sólo algo sólo porque me voy a meter unos pesos más en la bolsa pero eso signifique que ya no regreses, porque se siente asaltado”, explica Jorge Milán.
Otro aspecto que tienes que tomar en cuenta es el precio de tu producto o servicio de belleza al que lo vas a ofrecer. En esta industria es común que lo barato se relacione con lo malo y lo caro con la buena calidad, sin embargo, como emprendedor es necesario encontrar un precio tanto accesible y que pueda competir.
En el caso de que quieras abrir un salón de belleza, spa, u algún otro negocio relacionado, una clave para que tus clientes vuelvan es que dejes a un lado tu ego.
¿A qué se refiere esto? A que primero está el bienestar y los deseos del cliente, nunca antepongas tus deseos de demostrar tus habilidades.
“Te voy a demostrar que yo puedo hacer el corte de cabello de la estrella de televisión porque yo lo estoy haciendo por mí y no por el cliente”, ejemplifica Milán.
Ojo
Debes tomar en cuenta que la eliminación del Régimen de Pequeños Contribuyentes (Repeco) y su sustitución por el Régimen de Incorporación Fiscal (RIF) pegó a esta industria, según datos de la Cámara Mexicana de la Industria del Embellecimiento Físico (Camief) ofrecidos a fines del año pasado a este diario.
Mientras que en el primer semestre de este año se abrieron 14 mil establecimientos, se cerraron 6 mil 700 debido a esta nueva modalidad que entró en vigor gracias a la reforma fiscal.
Otra situación que también ha impactado a los negocios agrupados bajo esta Cámara —spas, salones de belleza y establecimientos de este tipo— es la falta de crecimiento económico en el país. Una de las maneras en la que esta Cámara está buscando contrarrestarlo es a través de las certificaciones.
Así que si quieres emprender en este tipo de industria es necesario no sólo que estés capacitado, sino que constantemente estés buscando actualizarte en las últimas tendencias.
