La determinación del presupuesto 2018 deberá promover la disciplina en las finanzas públicas, en especial porque es el último de la presente administración y corresponde ejercerlo en año electoral, advirtió el Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF).

“Tiene que haber una aprobación de un presupuesto responsable. La tentación es muy grande; hay que revisar muy bien esos programas y ver si realmente son indispensables, y si tienen una rentabilidad social”, advirtió Federico Rubli, integrante del Indicador IMEF.

Al dar a conocer el resultado del Indicador del Entorno Empresarial Mexicano (IIEEM), dijo que el tema del presupuesto para el próximo año es uno de los riesgos que consideran que podrían trasladarse a 2018.

El viernes pasado la Secretaría de Hacienda y Crédito Público envió a la Cámara de Diputados la estructura programática para el Proyecto de Presupuesto de Egresos de 2018, en el cual se contempla la creación de 14 nuevos programas.

Rubli exhortó al Congreso a que ejerza su responsabilidad sobre el desempeño de las finanzas públicas.

El gobierno ya hizo su parte de proveer de información, pero hay que interpretarla, por lo que si hay algo que “no se ve bien” es el Legislativo quien tiene las facultades para llamarle la atención, manifestó.

Señaló que una característica esencial del presupuesto 2018 es disminuir el endeudamiento, porque ya no habrá ingresos extraordinarios como el remanente del Banco de México.

En junio el Indicador IMEF reportó un alza significativa de 5.6 puntos, al quedar en 54.1 unidades.

Lo anterior significa que tras siete meses consecutivos salió de la zona de contracción, con lo cual hay más posibilidades de que se fortalezca la actividad económica en los siguientes meses.

Sin embargo, el IMEF advirtió que hay que ser cautelosos con su interpretación, debido a la debilidad de algunos indicadores económicos como el consumo y la inversión, que hacen suponer que un avance de 2% del Producto Interno Bruto parece viable.

Candidatos para Banxico. Además, Rubli se refirió a la sucesión en el Banco de México, considerando que el gobernador Agustín Carstens permanecerá en el cargo hasta el 30 de noviembre.

“Es una decisión que tiene que hacer el Senado con la propuesta del Ejecutivo, pero, independientemente del nombre de quien sea, tenemos claro que se debe llenar un perfil que debe tener un gobernador del banco central, que hasta ahora se ha cumplido con cabalidad con los tres gobernadores que ha habido en la historia de Banxico”, dijo.

Señaló que se requiere que tenga un conocimiento técnico en la materia, reconocimiento internacional y capacidad como negociador, además de que mantenga la cohesión de la Junta de Gobierno.

“Qué mejor que una persona como los gobernadores anteriores que hemos tenido, que hayan pasado por el banco central, que tengan memoria histórica y que sepan cómo funcionan las cosas en su interior”, dijo.

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