En México, 98.8% de las conexiones fijas a internet se realizan a través de cables de cobre y solo 1.20% son redes de fibra óptica, según cifras del estudio Panorama de la Economía Digital 2015 de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Aunque el crecimiento en redes de fibra óptica en México creció 36% de junio de 2012 a junio de 2014, colocando al país como el undécimo de mayor desarrollo en este tipo de infraestructura de la OCDE, eso no le alcanzó para ponerse al nivel del resto de las naciones analizadas por el organismo.
Los países que encabezan el listado son Japón, Corea, Suecia, Estonia y Eslovaquia. La fibra óptica ofrece mejor calidad y mayores velocidades de conexión a internet en comparación con la red de cobre.
Entre las empresas que han desplegado fibra óptica en el país destacan Telmex con 194 mil kilómetros en uso; GTAC, consorcio conformado por Televisa, Telefónica y Megacable con 19 mil 467 kilómetros de la fibra de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y Axtel con 14 mil 780 kilómetros.
Déficit en infraestructura. Estas bajas cifras de despliegue de fibra óptica se debe a que México es un país con déficit de infraestructura en cantidad y en generación contemporánea de la misma, aseguró Ernesto Piedras, director de The Competitive Intelligence Unit (CIU).
“Como no hemos tenido en años pasados un modelo de competencia por la vía de la inversión sino por la vía de la captura regulatoria, hasta ahora que se ve más dinámica la competencia, entonces hemos seguido con ese déficit de infraestructura”, explicó Ernesto Piedras.
Por esa razón, aunque avanzamos muy rápido en la instalación de nuevas redes de fibra, venimos de niveles muy bajos al compararnos con otros países, aunado a la inequidad en la distribución de los recursos, pues hay zonas con varias opciones de fibra óptica y otras donde no hay oferta, señaló.
Por su parte, Ramiro Tovar, analista en telecomunicaciones, comentó que en diversos países de Europa domina el cobre debido a que se impusieron obligaciones de compartición de infraestructura que inhibieron el despliegue de redes de nueva generación.
“Aunque no sea reconocido por algunos reguladores, todos los países que optaron por la compartición obligatoria de la red, como en el caso de México, respecto al preponderante (Telmex) y en Europa, están rezagados en fibra porque obviamente el retorno de la inversión se ve disminuido porque tienes que compartir la infraestructura a tarifas reguladas”, detalló Tovar.
Esto lleva a que los operadores decidan si usan las redes de cobre o instalan una nueva.
“Si instalo una nueva red tengo la ventaja de que puedo inmediatamente saltarme la etapa del cobre e irme a fibra óptica, pero si los términos y condiciones de la compartición de infraestructura son los suficientemente ventajosos, pues yo no invierto en fibra óptica y me cuelgo o utilizo la opción de montarme sobre la red preexistente, como sucedió en Europa”, señaló el analista en telecomunicaciones.
Plantea fomentar inversión. Para Ramiro Tovar es deseable que esto no se repita en el país, por lo que los términos de la compartición de infraestructura que imponga el regulador deben fomentar la inversión en nueva infraestructura.
“Esperemos que en México los términos de la comparación de infraestructura no sean tales que todo mundo, todos los operadores se monten en la fibra preexistente de cobre y eviten que se despliegue fibra óptica y que por el lado del preponderante (Telmex) no tenga el retorno suficiente como para sustituir gradualmente su red de cobre”, precisó.