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La caída del peso frente al dólar, el desplome del precio del petróleo, el bajo crecimiento de la economía y la débil expectativa que se tiene al respecto, la inflación... Todos éstos son aspectos de la (macro) economía que diariamente ocupan las planas de los periódicos y son tema de debate en mesas políticas y de medios de comunicación.
Si te preguntas por qué no te alcanza para comprar o no sabes el origen de los recortes constantes por parte del gobierno o quizá tienes dudas de por qué cada vez los servicios son peores, aquí podrás encontrar algunas de sus respuestas.
Los mencionados en un inicio son términos macroeconómicos, pero más allá de estar muy lejos de nosotros, están cada vez más presentes por una razón: nos pegan en el bolsillo.
Nomás no crecemos
En el caso del crecimiento económico, según reseña el estudio Crecimiento que no refleja una mejora en el bolsillo realizado por el Tecnológico de Monterrey, éste durante los dos años de la actual administración ha sido “escaso” ya que el Producto Interno Bruto (PIB) ha crecido 1.8% en promedio, lo que resulta “insuficiente” para elevar la calidad de vida de la gente.
Esta cifra salió del porcentaje de los dos años: en 2013, el crecimiento fue de 1.4% mientras que en 2014, según el Inegi, el crecimiento promedio fue de 2.1% respecto del año anterior.
En términos sencillos, el PIB es un indicador que se utiliza para medir la producción de un país.
¿Cómo nos afecta que crezca o no el PIB? Para entenderlo, es necesario relacionarlo con otras variables que ayudan a explicar el por qué hoy con nuestro dinero podemos comprar menos –e incluso a algunas familias no les alcanza ni para lo indispensable– de lo que podíamos hace un par de años.
En este punto, entra el término “inflación”. Ésta puede definirse como el aumento de precios, lo que hace que podamos comprar menos con la misma cantidad de dinero.
Éste fenómeno se puede medir principalmente gracias al Índice de Precios al Consumidor, el cual mide los costos de la canasta básica y los compara entre diversos periodos.
María Fonseca, directora de la Escuela de Negocios del Tecnológico de Monterrey, Campus Estado de México, explica la relación entre el crecimiento del PIB y la inflación, y asegura que si el primero es mayor que el segundo –es decir, se creció menos de lo que aumentaron los precios– nuestro bolsillo terminará afectado.
“Si la inflación fue de 3% y crecimos 2%, por ejemplo, ya no nos alcanza. Esto pega menos a la clase media pero pega más a quien tiene un sueldo de salario mínimo. A veces no les alcanza ni para lo básico”, explica.
Según el último reporte del Banco de México, que va de octubre a diciembre de 2014, la inflación cerró en 4.08%.
El Centro Pew de Investigación de Estados Unidos señala en una encuesta, realizada a fines del año pasado, que a pesar de medidas como la reforma fiscal aprobada en 2013 para mejorar la recaudación de impuestos el crecimiento en ese año fue de 1%, lo que causó la caída en la popularidad del presidente Enrique Peña debido al descontento de los mexicanos por el poco crecimiento de la economía.
Así que si este año te alcanza menos que el pasado, ya te puedes hacer una idea del por qué, sobre todo si tu empleador no te dio un aumento por lo menos equivalente a 3% o 4% con lo que al menos podrías estar librando el aumento inflacionario.
Otro frente por el que la inflación pega a nuestro bolsillo es en el ahorro. Si sueles tener tu dinero en una cuenta de ahorro, malas noticias: el dinero que dejes ahí en un año –sólo por poner una temporalidad– no va a valer lo mismo de lo que valía cuando lo metiste.
Si antes necesitabas un peso para comprar algo, un año después necesitarías un peso con cuatro centavos (la inflación de 2014 cerró en 4.08%). El objetivo de inflación del Banco de México es de 3%, o sea que la meta no se cumplió.
“Si yo tengo mi dinero en una cuenta de ahorros, y el ahorro me da menos de la inflación anual entonces estoy perdiendo dinero. Estoy dejando de usar ese dinero en algo que hoy me cuesta menos de algo que me va a costar más meses delante”, explica Fonseca.
Así que si deseas que tu dinero no pierda valor, lo recomendable es que busques otros instrumentos de ahorro que al menos te den rendimientos superiores a la inflación.
Cómo te afecta el precio del crudo
Desde el año pasado, el precio del petróleo no sólo ha disminuido sino que se ha desplomado y hoy un barril –una medida utilizada para medir el crudo y que equivale a casi 159 litros– cuesta casi 50 dólares. En enero de 2014 estaba cerca de 108 dólares. Es decir, perdió cerca de la mitad de su valor.
El tema ha provocado un escándalo pero, ¿cómo nos afecta? En realidad nos daña y mucho debido a que esto provoca una cadena funesta que llega a ordeñar nuestras carteras.
El petróleo es la principal fuente de ingresos de nuestro país. Esto quiere decir que lo que el gobierno gasta principalmente viene del petróleo, por lo que si el precio de éste baja, se estaría recibiendo menos dinero.
De este modo, las autoridades determinan cuánto va a gastar y cuánto va a ganar y hacen sus cálculos con base en un precio promedio del petróleo. Si es menos, el gasto para el siguiente año seguramente también será menor.
“Como gobierno lo que hago es dar menos servicios, generar menos empleos, y en teoría deberían bajarle el sueldo a funcionarios. Es ajustarse el cinturón y lo que implica es que si a la gente la atendían con cierto número de empleados ahora lo hacen con menos y la calidad de servicios disminuye”, explica la especialista.
Además, con una reducción en el gasto público, el gobierno suspende la construcción de proyectos de infraestructura que a su vez, generan empleos que pudieran estar beneficiando a ti o a tu empresa.
A fines de enero pasado, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, anunció que se realizarían ajustes “de forma preventiva” al gasto. Se canceló el tren transpeninsular y se suspendió el tren rápido México- Querétaro, además de que se redujo las partidas personales para mandos y los gastos de comunicación social.
Para contrarrestarlo, el gobierno tiene contratado un seguro para todo 2015, el cual paga a las autoridades el dinero que no está recibiendo del mercado, explica la especialista, sin embargo, la cobertura termina a fin de año.
Según el último reporte del Banco de México, que comprende octubre a diciembre de 2014, el precio del petróleo registró una “caída significativa” y se espera que permanezca en niveles bajos por un “tiempo prolongado”.
¿Y el dólar?
Desde fines de enero el peso se ha depreciado, es decir, ha perdido su valor frente al dólar, lo que no parece ser un fenómeno momentáneo.
Al menos así lo sostiene el Banco de México en su Reporte Monetario 2015, en donde asegura que la “magnitud” de caída del precio del petróleo hace pensar que no será un “ajuste transitorio”.
Desde el 28 de enero, el dólar ha sobrepasado las 15 unidades.
¿Cómo nos afecta? Una vez más, es una cadena que termina haciendo hoyos en el bolsillo.
A diario, compramos productos ya sea de importación o que utilizan insumos que vienen del extranjero y quien lo manufactura aquí en México los tiene que comprar en dólares, así que el precio inevitablemente sube. Seguro te has encontrado cosas más caras y ya sabes por qué. Esto se auna a la disminución de nuestro poder adquisitivo debido a la inflación.
“Tenemos varios embates al poder adquisitivo. Además de la inflación, está el dólar más caro. Con nuestros pesos nos alcanza para comprar menos”, explica María Fonseca.