Por contar con una posición de liquidez robusta y mantener reservas de efectivo muy altas, además de cargar con cero deuda pública, el gobierno municipal de Querétaro recibió de Standard & Poor´s (S&P) la confirmación de sus calificaciones crediticias.

S&P otorgó a Querétaro la nota BBB en escala global, lo que le permite compararse con municipios regionales como Buenos Aires, Argentina, y Bogotá, Colombia.

Mientras que en escala nacional, Querétaro tiene la calificación mxAA+, que no es la más alta que otorga esta empresa en el país, pero ubica a la capital queretana, junto con Puebla y León, como los mejores municipios mexicanos evaluados por dicha firma.

La calificación mxAA+ indica que es muy fuerte la capacidad de pago del gobierno de Querétaro para cumplir con sus compromisos financieros, en contraste con lo que sucede con la mayoría de los municipios de este país.

En ambas calificaciones la perspectiva es estable, lo que indica que el municipio de Querétaro mantendrá resultados positivos en el manejo de sus finanzas públicas durante el periodo comprendido entre 2018 y 2020.

La firma calificadora tiene la expectativa de que el municipio cumpla con su gasto de inversión con recursos propios y transferencias federales, sin que esto afecte su robusta posición de liquidez, y prevé que se no requerirá recurrir a la contratación de un crédito.

El reporte de S&P dice que las calificaciones de Querétaro reflejan la implementación de una sofisticada administración financiera.

Entre las fortalezas crediticias del municipio de Querétaro se encuentra su Producto Interno Bruto (PIB) per cápita más alto, en comparación con la mayoría de sus pares nacionales.

Para S&P, el estado de Querétaro también destaca con resultados fiscales robustos y la ausencia de deuda pública.

Por otro lado, el marco institucional volátil y desbalanceado, igual que para el resto de los municipios de México, aún representa su principal debilidad crediticia.

S&P tiene la expectativa de que la administración financiera de Querétaro mantenga una política prudente en su gasto durante la transición política, a fin de continuar con su dinamismo económico.

La actual administración municipal, dice S&P, ha reforzado la institucionalización de las buenas prácticas financieras, con una planeación a largo plazo, lo que deberá permitir una transición política fluida tras las próximas elecciones municipales en julio de 2018.

En años recientes, dice el reporte, Querétaro fortaleció significativamente sus políticas de ingreso fiscal, a través de la implementación de medidas proactivas que han contribuido a una mayor recaudación del impuesto predial y de traslado de dominio.

“A pesar de la capacidad comprobada de Querétaro para contener sus gastos operativos en el pasado, consideramos que el rápido crecimiento urbano seguirá siendo un desafío para la siguiente administración”, señala la firma.

Por otro lado, se observa como debilidad financiera de la capital que actualmente el sistema de pensiones no cuenta con recursos suficientes y podría presionar las finanzas del municipio en el mediano o largo plazo.

Los pasivos contingentes son bajos y están relacionados con algunas demandas legales, pago de las cuales no superaría 2% de sus ingresos operativos.

A diciembre de 2017, el efectivo del municipio alcanzó mil 500 millones de pesos, equivalentes a 28% de sus ingresos operativos, mientras que las cuentas por pagar se ubicaron en 320 millones de pesos.

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