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En medio del enfrentamiento entre los agroproductores de pollo que se oponen a la entrada de este producto, proveniente de otros países por considerar que hay suficiente producción avícola nacional, la Secretaría de Economía (SE) prepara cambios para flexibilizar el uso de los permisos que permiten a los importadores traer este cárnico del extranjero sin pagar el arancel de 150%.
La apuesta del gobierno federal es que bajen los precios del pollo, con la entrada de alimento de otros países. Sin embargo, a pesar de que desde el 16 de mayo de 2013 el Ejecutivo abrió un cupo para importar 300 mil toneladas de dicha carne sin pagar arancel, a la fecha solamente han entrado al país 318 toneladas, casi 0.10 % de la meta.
Para la Secretaría de Economía, el incremento que registraron los precios al consumidor de la carne de esa ave de diciembre de 2013 a enero de 2014 fue de 6.19%, mayor a lo visto en la carne de res, 1.91% o a la de cerdo, de 1.64%.
“El alza de la carne de pollo afecta el poder de compra de los consumidores, principalmente los de menores ingresos”, aseguró la dependencia en el proyecto “Acuerdo que modifica al diverso por el que se da a conocer el cupo para importar, con el arancel-cupo establecido, carne de pollo”.
De acuerdo con el Sistema Nacional de Información e Investigación de Mercados en el Distrito Federal la pechuga de pollo se vendió en los centros de distribución entre los 53 y 55 pesos en enero de 2014, pero los precios subieron la semana pasada a un rango de entre 66 y 68 pesos por kilo. También hubo alzas en los precios de pierna y muslo de 31 a 32 pesos el kilo subió a un rango de entre 42 y 43 pesos.
Por ello, y a petición de los importadores harán más flexibles las reglas para usar los certificados o permisos para traer pollo de países con los que no tenemos tratado de libre comercio, como podría ser del mercado brasileño.
La idea de las autoridades es otorgarles un segundo o tercer permiso, aún cuando no se haya terminado de ejercer el anterior, con la idea de que no se deje de importar.
Aunque son pocas las empresas interesadas en ello, pues de los 15 certificados que expidió la Secretaría de Economía –de mayo de 2013 a mayo de 2014, para importar en condiciones preferenciales”, se entregaron a solamente cinco empresas: Tyson, Confise, Carnes Internacionales, Alimentos Timex, así como a la colmpañía Ayvi.
La Unión Nacional de Avicultores (UNA) no está de acuerdo en la entrada de pollo de otros países, porque considera que la producción actual de aproximadamente 3 millones de toneladas anuales es suficiente para garantizar la demanda en nuestro país.
Por ello, en abril pasado presentó una demanda de amparo contra la determinación de la Secretaría de Economía, la cual establece mantener hasta diciembre del presente año el cupo de importación por 300 mil toneladas. Actualmente, los jueces revisan el amparo, pero la UNA busca que mientras se analiza se suspendan las importaciones y por ello presentaron un nuevo recurso legal, esperándose la respuesta hasta dentro de dos o tres meses más.
Este conflicto de la oferta y demanda de pollo tiene que ver con que hace un par de años hubo problemas de influenza aviar que llevaron a sacrificar aves y afectaron la oferta, sin embargo la UNA afirmó que la producción ya se recuperó.