Analistas de BBV Bancomer prevén la posibilidad de que alguna de las principales constructoras de vivienda “caigan en insolvencia” y que parte de su negocio sea adquirido por pequeñas y grandes empresas no públicas del sector.
Durante la presentación del estudio Situación Inmobiliaria en México, señalan que si bien la crisis de las desarrolladoras públicas como GEO, Homex, Sare o Urbi no impactan en forma generalizada al resto de la industria, su situación apunta a una reconfiguración de estos negocios y, consecuentemente, a una actividad más moderada.
Sostienen que “más allá del arreglo que pueda lograr cada una con sus acreedores, lo cierto es que se ha reducido en forma importante su capacidad para producir vivienda a los niveles que lo venían haciendo. Incluso, cabe la posibilidad de que alguna de las empresas caiga en insolvencia”.
Este año ha sido particularmente complicado en materia de vivienda, tanto por el cambio de administración y en la visión de la política hacia el sector, como por el acelerado deterioro financiero de las empresas públicas de vivienda en el mercado accionario.
En el lapso de seis meses, el valor de capitalización de estas empresas se redujo en cerca de 85%, algunas debieron anunciar un proceso de reestructura de pasivos con sus distintos acreedores, y su escala de operación se ha reducido en más del 50% respecto a un año atrás.
Asimismo, la participación de las empresas públicas en el Infonavit pasó de más de 20% en 2010 a 13% en lo que va del año.
El reporte prevé la posibilidad de que algunas empresas medianas y grandes no públicas tengan la oportunidad de expandirse, ya sea adquiriendo proyectos de las empresas públicas o fortaleciendo su presencia en las zonas donde el gobierno dará impulso a la construcción de vivienda, sobre todo en áreas urbanas.
La clave en este caso es, añade, la liquidez con que puedan contar estas empresas; y por otro, la disponibilidad de suelo a precios accesibles.