Alrededor de 75% de las empresas que son administradas bajo una estructura de pirámide corren el riesgo de desaparecer una vez que sus dueños fallecen, aseguró el director general de la Unión Social de Empresarios de México (USEM), Jaime Ponce Alcocer.
La mayor incidencia de esta situación se da en las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
La estructura de pirámide se refiere al organigrama de una compañía, donde se ubica por lo general un jefe (dueño), directivos o mandos medios y trabajadores. Cuando el líder o dueño del negocio ya no está, pueden surgir problemas de operatividad y administración entre quienes quedan a cargo de la empresa, comentó.
Por ello, con la finalidad de evitar que este problema continúe siendo una constante, se promueve un nuevo modelo conocido como la “economía del bien común”, donde se busca que los administradores de las compañías trabajen a la par de los empleados, y conozcan a fondo el funcionamiento del negocio para continuarlo aun cuando el líder no esté presente.
El especialista indicó que en Querétaro existen 22 empresas que usan este método para abordar a sus empleados; otras 12 compañías se encuentran en capacitación para aplicarlo y se espera que para febrero de 2014, otras 25 se incorporen.
A estos cursos se pide que los empresarios acudan acompañados de sus esposas, para que ellas estén al tanto del manejo del negocio, por ejemplo.
Cifras de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) en el estado y el Club de Industriales de Querétaro, indican que de cada 10 empresarios en Querétaro sólo hay dos mujeres cabezas de sus industrias. Con esto se busca que las mujeres tengan una mayor participación en este sector.
Por su parte, José Luis Urquiza, vicepresidente de Coparmex Querétaro, comentó que harán lo posible para que los socios del organismo empresarial se den cuenta de este tipo de economía, pues consideran que es el futuro, el que los empleados trabajen en un ambiente familiar y que a su vez lleven esa tranquilidad a sus hogares.
