Mientras la mayoría de los países de América Latina redujeron o mantuvieron los niveles de pobreza e indigencia en 2012, solo México registró un aumentó en este flagelo social, reveló la Comisión Económica para América Latina (Cepal).

Al presentar su informe sobre el Panorama Social 2013, la secretaria ejecutiva del organismo, Alicia Bárcena, dijo que la población en pobreza en México se elevó de 36.3% en 2011 a 37.1% en el año siguiente, mientras que la indigencia pasó de 13.3% a 14.2%, respectivamente.

De un año a otro, el número de personas que cayeron en condición de pobreza fue un millón, lo que elevó la cifra total en el país a casi 54 millones, donde una gran parte de ellos son niños y adolescentes.

El incremento en la pobreza de México entre 2011 y 2012 contrastó con la disminución que se observó en Venezuela, Ecuador, Brasil, Perú, Argentina y Colombia. En tanto, Costa Rica, El Salvador, Uruguay y República Dominicana se mantuvieron en niveles similares.

La representante de la Cepal mencionó que el rezago que presenta México en el combate a la pobreza se explica por el bajo crecimiento económico de los últimos años, resaltando el fuerte impacto de la recesión de 2008-2009.

Sin embargo, estimó que para 2014 el país puede tener cifras más positivas en pobreza, pues consideró que la reforma hacendaria, que recién se aprobó y entrará en vigor el 1 de enero próximo, privilegiará a los sectores de la población mexicana más vulnerables.

“La reforma hacendaria es bastante positiva en la redistribución; es una muy buena noticia que no se haya aprobado el impuesto al valor agregado (IVA) en alimentos y medicinas y que se haya orientado a que paguen más quienes ganan más”, dijo en videoconferencia desde Chile.

Alicia Barcena destacó como favorable para el desarrollo económico del país y el abatimiento de la pobreza que el gasto público que se ejercerá el año próximo estará orientado de manera importante a los segmentos de la población más vulnerables.

El director general del Instituto para el Desarrollo Industrial y Crecimiento Económico, José Luis de la Cruz, dijo que además del bajo crecimiento del producto interno bruto (PIB) en los años recientes, otros factores que han exacerbado el problema de la pobreza son la precariedad laboral y los programas sociales que están más enfocados al asistencialismo que a su combate.

A mediados del año, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, Luis Videgaray, reconoció que aunque programas como Progresa y Oportunidades han sido exitosos, terminaron por ser más instrumentos de contención que de combate a la pobreza.

El director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, Héctor Villarreal, afirmó que aunque sí hay aspectos positivos en la reforma hacendaria que pudieran beneficiar a los estratos sociales más desfavorecidos de la población, en el presupuesto de egresos 2014 hay pocos programas antipobreza.

“El 2014 no parece que será un mal año en términos de pobreza porque el paquete económico permitirá un mejor desempeño que este año, pero tenemos que pensar en la transición demográfica y dirigir las políticas públicas a otro tipo de edades, sino ese problema social difícilmente se va combatir eficientemente”, aseguró.

Para el investigador de la UNAM Jesús Sánchez Arciniega, es preponderante que los recursos del gasto público social estén mejor dirigidos, principalmente en servicios de mejor calidad, como salud, educación e infraestructura, entre otros, pues actualmente no son los mejores, lo que también, considera, resulta un freno para mejorar los niveles de bienestar de la población.

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