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Ayer también saliste tarde de la oficina y hoy seguramente será la misma historia: salir a las nueve de la noche, atascarte en el tráfico una hora, llegar cansado a casa. Te levantarás mañana pensando en todo lo que tienes que hacer y buscarás llegar lo más temprano al trabajo porque los pendientes parece que nunca acaban.
Antes de que continúes con este ritmo de vida, ¿qué es lo que estás haciendo mal? Tener horas libres en las que puedas dedicarte tiempo también forma parte de una vida sana y ahora, sólo te dedicas al trabajo porque… tienes muchos pendientes o proyectos qué entregar o cualquier cosa que se le parezca.
Pero mientras tengas trabajo, siempre vas a tener pendientes, así que más vale que te organices, estructures tu forma de trabajar y comiences a utilizar una agenda o algún dispositivo que te permita llevar el control de todas tus actividades.
El primer paso para lograr organizar tu tiempo y hacer que tus ocho horas de trabajo sean suficientes tiene que ver muchas veces, más que con tu oficina y el trabajo excesivo, contigo mismo y lo que quieres para ti.
Suena profundo pero es real: Necesitas preguntarte cuál es tu propósito en la vida. Hacerlo resulta claro para jerarquizar actividades y alcanzar lo que te propones.
“Para armar una agenda necesitas encontrar un propósito de vida. Si no lo haces, las actividades que realices semana tras semana no tendrán sentido porque no estarás persiguiendo nada. Tienes que plantearte qué quieres hacer a largo plazo para que eso se pueda dividir en plazos más pequeños y que tu agenda tenga cierto rumbo”, asegura Juan Manuel Juárez Letechipia, socio consultor y fundador de LID Centro de Liderazgo.
Hay quizá pocas cosas tan valiosas como el tiempo y hacer un verdadero análisis como éste no suele ser tan fácil porque te enfrenta a las decisiones —algunas veces equivocadas— que has tomado a lo largo de tu vida, asegura el especialista, pero para dejar de trabajar como robot sin fin necesitas clarificarte a dónde quieres llegar.
Sentarte a solas en un parque y regalarte unos minutos de reflexión pueden hacer la diferencia.
Quizá llevas años queriendo hacer una maestría pero ni siquiera has buscado escuelas ni becas. Pero para encontrar el camino, necesitas darte este tiempo. “Darte este momento de planificación puede ayudarte a retomar el rumbo”, explica el especialista.
El que encuentres una meta de vida se relaciona con el establecimiento de prioridades.
Sthephen R. Covey, un especialista en liderazgo en el libro Los siete hábitos de la gente altamente efectiva, asegura que la esencia del mejor pensamiento para administrar el tiempo puede resumirse en una frase: “Organizar y ejecutar según prioridades”.
Covey separa a las situaciones como “urgentes” e “importantes”. Ante las primeras, explica, reaccionamos. Digamos, un timbre de teléfono. Somos capaces de interrumpir una junta u otra actividad para contestarlo, pero muchas veces, en realidad no era nada importante.
“Si no tenemos una idea clara de lo que es importante, de los resultados que deseamos obtener en nuestra vida, con facilidad nos veremos desviados hacia la respuesta ante lo urgente”, sostiene Covey.
Ahora sí, a planear con base en prioridades.
El siguiente paso
Cómprate una agenda, una tablet o utiliza tu celular. Busca la plataforma que se ajuste a tu personalidad y comienza a planear en ella, no escribas pendientes en distintos medios porque entonces tu planeación en realidad se va a volver un caos.
Si escogiste una agenda escrita, cárgala siempre contigo para que la puedas consultar en el momento en el que lo necesites. Necesitas dedicar un momento a planear toda la semana, incluidos los fines de semana.
“Una semana es una unidad, no debes planear día por día sino semana por semana. Así tienes más chance de repartir actividades a lo largo de varios días. Si revisas tu agenda todas las mañanas y quieres planear dia por día vas a querer resolver todos los pendientes en un día”, asegura Juan Manuel.
Puedes sentarte el domingo a planear tus comidas, juntas, idas al cine, todo, en tu agenda.
Hacerlo semanalmente te permite hacer un corte de caja y darte cuenta de si se está cumpliendo o no tu propósito de vida.
Es necesario también que los días de descanso los planifiques porque muchas veces tienes deseos o necesidades que llega el domingo y no terminas cumpliendo.
Decir no
Es difícil pero tienes que aprender a decir “no”. No puedes estar resolviendo bomberazos ni asistiendo a juntas que quizá no te corresponden.
Es importante que tengas claro lo que quieres lograr en determinado lapso de tiempo, porque si no lo tienes vas a terminar resolviendo asuntos “urgentes” que nada tienen que ver con tus prioridades.
Sin embargo, debes dejar espacio para imprevistos. El tráfico, la impuntualidad de la gente, algún retraso en entregas o cualquier otra situación pueden desajustarte el orden de eventos que tienes en un día, por lo que para ello debes dejar un margen de acción que te permita resolver este tipo de asuntos, recomienda el especialista.
Respeta tiempos
Sé respetuoso también con tus tiempos, si la hora de trabajar terminó, cúmplelo.
“Nunca vas a acabar con tus pendientes mientras sigas teniendo trabajo. Es un error. Los pendientes son como un río, toma los que puedes resolver y los que no déjalos ir”, sostiene Letechipia.
Tómate tu tiempo para comer, despejarte, tomar agua.
Diez minutos no te alejarán más de tus deberes e incluso pueden ayudarte a recargar pilas.
Así se comportan los que tienen
Nowsourcing, una agencia dedicada a diseñar infografías interactivas sobre distintos temas, analizó los hábitos de la gente más rica del planeta con base en la lista de la revista Forbes (68% de ellos se hicieron ricos por sus propios méritos, es decir, no heredaron fortuna, así que algo están haciendo bien), y entre otros hábitos, está el de planear su tiempo y dirigir sus esfuerzos hacia algún lado en específico.
81% mantiene una lista de pendientes; 67% escribe sus propias metas; 12% se enfoca en trabajar para alcalzar un objetivo en específico y 84% cree que los buenos hábitos generan buenas oportunidades.
