Todavía no se cumplen los primeros 10 días del mes, pero ya estás esperando a que llegue la quincena siguiente. ¿Qué es lo peor de esto? Si es problemático el que no tengas dinero para esta quincena que apenas inicia, lo peor en realidad es que la siguiente seguramente va a pasarte lo mismo porque no tienes un plan. Y así se cae en un círculo vicioso. Si hablamos del mes, a 56% no le sobra nada de dinero y, de éste, 9% pide un préstamo para sobrellevar este tiempo según la encuesta Cultura financiera de los jóvenes en México.
El futuro es algo en lo que nadie quiere pensar, así que te enfocas en el presente, vas a comer caro el día del pago, gastas y gastas los primeros días y te quedas sin dinero. Por desgracia y por distintas circunstancias, hay muchos que piensan así. Vivir más para el presente que para el futuro, enfocarse en el corto plazo y de plano imaginar que “Dios proveerá” es la forma de pensar en la que están de acuerdo la mayoría de mexicanos, de acuerdo con un estudio del Banco Mundial.
Hay muchas razones por las cuales muy probablemente no te rinde la quincena. Ya sea porque das tarjetazos, vives en el presente y no tienes planes para el futuro, eres influenciable por otros, tus gastos son mayores que tus ingresos, cargas con efectivo en la cartera todo el tiempo, tienes muchas deudas o le eres demasiado fiel a una marca, según enlista la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).
Muchas de estas razones tienen que ver con que estás reaccionando al momento, no estás planeando y estás concentrado en vivir el presente en vez de en planear para el futuro. Disfrutas hoy y no ves en el mañana. Pero ahí no está el éxito.
De acuerdo con la teoría del psicólogo Joachim de Posada, el secreto del éxito es la habilidad de retrasar la gratificación, es decir, en la autodisciplina.
El psicólogo realizó un experimento en la Universidad de Stanford el cual buscaba encontrar la diferencia entre el éxito y el fracaso.
Le dio a varios niños un malvavisco y les pidió que no se lo comieran durante 15 minutos, y si lo lograban, él les daría otro más. 10 años después, 100% de los niños que se aguantaron las ganas fueron significativamente más exitosos que los que se lo comieron de manera inmediata, encontró el especialista.
“En la vida no nos enseñan a esperarnos para recibir el doble”, explica Eloy López, director del despacho Previsión Financiera Integral, el cual asesora para alcanzar las metas financieras.
Este ejemplo aplica para el manejo del dinero, ahorro e inversiones incluidas. El autocontrol, la disciplina y la planeación son las claves para lograr que la quincena te dure no sólo 15 días, sino para que puedas ahorrar y construir un patrimonio a largo plazo. Así que cuando te caiga la quincena no te comas el malvavisco todavía y empieza a planear qué vas a hacer con él.
Presupuesto
Llevar un registro escrito –o una app te puede ayudar también– será siempre la mejor manera de seguirle la pista a tu dinero y con ello cerrarle la llave a los gastos excesivos. “Cuando se registra, se hace consciente lo que estás gastando y somos menos permisivos”, asegura Sonia Sánchez Escuer, especialista en finanzas personales y autora del libro Diario de una oveja financiera.
La mayoría de los mexicanos no lo hace. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2015, 63.4% no lleva un registro de sus gastos. Del más de 30% restante que sí lo lleva 63.8% lo hace mentalmente y sólo 36.2% lo hace ya sea por computadora o a mano.
Si estás a punto de empezar a administrarte para no sufrir falta de fondos al final de la quincena, necesitas ponerte una meta: la primera, sería precisamente, la de terminar la quincena sin falta de dinero.
Pero una de las claves para lograrlo y ser constante cada 15 días es encontrar un objetivo que te motive: “¿Qué quiero lograr en este año? Parte ese objetivo en quincenas y eso te irá inspirando”, asegura Eloy. Si quieres irte a Cancún por ejemplo, separa en primer lugar el dinero que vas a destinar a esta meta. Así encontrar la motivación será más fácil.
Administra tus gastos fijos
Después de separar este dinero que servirá para cumplir tu meta soñada, administra la forma en la que vas a pagar.
El presupuesto va a ayudarte a darte cuenta de cuáles son tus gastos fijos, es decir, éstos que precisamente llegan cada mes o cada quincena sin falta.
Ya que los tengas identificados, localiza cuáles son los momentos del mes en los que tienes más carga de pagos. Por ejemplo, en la primera mitad del mes tienes que pagar la renta, el mantenimiento, la luz, el agua, y demás servicios, y en la segunda sólo te queda tu seguro del retiro y lo que corresponde al ahorro mensual, así que está menos pesada.
Así, sabrás cuándo debes medirte mucho más e incluso, si de pronto te falta recurso para cubrir los gastos de la primera quincena, podrás apartar en la segunda esa parte que utilizarás apenas inicie el mes. Ya que lo tienes claro, paga estos gastos de manera inmediata a cuando te cae tu sueldo.
Domiciliar
Hacer que te descuenten automáticamente un monto puede ayudarte muy bien a pagar precisamente estos gastos fijos sin que tengas que retrasarte. Pero cuidado, ya que la domiciliación puede ser una ayuda, pero también una trampa. Y esto depende de cómo se utilice esta herramienta, asegura Sonia Sánchez.
Por ejemplo: tienes domiciliado el gimnasio, Netflix y el télefono. ¿Estás haciéndolo bien o no tanto? Depende de qué tanto uses los dos primeros servicios. En cuanto al teléfono, es una excelente idea porque es un gasto fijo que vas a tener que pagar de manera obligatoria. Pero no pasa lo mismo con Netflix y el gimnasio. ¿De verdad te ejercitas lo suficiente como para pagar al mes 800 pesos? O más bien desde hace un par de meses lo tienes bajo este esquema pero no te has dado el tiempo de ir a cancelarlo.
“Es muy importante que cuando tengas domiciliadas cosas, sean servicios que realmente sí uses y aproveches”, explica la especialista.
Ahorro
A diferencia de los servicios, los cuales conviene analizar si funciona o no domiciliarlos, el ahorro es lo que no tienes que dejar pasar y aprovechar para domiciliarlo.
Si no ahorras, es buen momento para empezar. Una forma muy básica en la que lo puedes hacer y que te permite solicitar que este retiro sea inmediato son los Cetes. Si abres tu cuenta en cetesdirecto.com puedes escoger, por ejemplo, el comprar Bonddia. Al hacerlo estás invirtiendo en un fondo con liquidez diaria, especializado en deuda gubernamental y que hoy está dando 4.10% de tasa promedio al vencimiento de tu inversión. Con lo cual, estarías al menos conservando el valor de tu dinero frente a la inflación. Esto te permitirá olvidarte de alguna manera de ese dinero y ya no tener el poder de gastarlo.
Otro instrumento que puede permitirte ahorrar es tu Afore, pero necesitas revisar primero cuál es el rendimiento que tendrá este ahorro voluntario, ya que éste se suele ir a un fondo diferente. Para conocer esta información, la Comisión del Sistema del Ahorro para el Retiro (Consar) ofrece una radiografía financiera de las Afore en su sitio de internet la cual te permitirá evaluar el rendimiento.