Eduardo Piccolo, Jorge Ochoa; Antonio Rete y Lucia Andalco tienen algo en común: son jóvenes, mexicanos y emprendedores con ganas de buscar herramientas para poder hacer crecer su empresa. También tienen una problemática: la falta de financiamiento para empujar su negocio.

Ellos coinciden en que en México no es difícil emprender, que hay una limitante ya que los emprendedores, micro, pequeñas y medianas empresas (Mypymess) carecen de acceso al financiamiento.

Durante el arranque de la “Semana del Emprendedor”, Jorge Ochoa de 31 años de edad, acudió en busca de capital de riesgo para financiar su negocio.

“Decidí esta opción ya que el crédito que ofrecen los bancos es caro y los trámites son engorrosos, eso es una limitante”, consideró.

Contó que desde hace cinco meses decidió crear una empresa de consultoría en tecnología, trabajó durante 15 años en diferentes compañías, “era el momento de ser mi propio jefe”, aseguró que lo más difícil por lo que se enfrenta un empresario es armar un plan de negocios.

EL UNIVERSAL visitó los pasillos del Centro Banamex donde se realiza este evento hasta el 10 de agosto.

Ahí,se encontraron diversas instituciones financieras que ofertan sus servicios, además de intermediarios financieros no bancarios como Sofoles, Sofomes, Bancomext, Nafin, Banrural, Pronafim, entre otros.

En este recorrido se observaron crédito que van desde los 500 pesos hasta los 13 millones de pesos con diferentes tasas de interés. Además, también hallará aceleradoras e incubadoras de negocios que darán asesoría al desarrollo de su proyecto.

Lucía Andalco, de 38 años, oriunda de Tlaxcala, tiene una empresa desde hace cinco años, bajo el sello “Centro Recreativo el Solecito” que da entretenimiento en eventos privados y fiestas infantiles, ofrece ocho empleos directos y 20 indirectos.

“La semana del emprendedor te abre el panorama de lo que hay en el mercado, yo busco el apoyo de una aceleradora de negocios para crecer”, indicó.

El más joven de todos, Eduardo Piccolo, de 26 años, emprendió un modelo de negocio que se enfoca en la salud, mantiene en operación dos gimnasios en el Estado de México. Para arrancar su idea de negocio no recurrió a un crédito bancario, “lo logramos con capital propio”.

Antonio Rete Navarrete, tiene una panificadora en Naucalpan. Invirtió 150 mil pesos para abrir y ayer se acercó a bancos pues necesita un crédito de 500 mil pesos para comprar maquinaria y brindar 20 empleos más a los 10 que ofrece. “Hay créditos que no están al alcance y las tasas de interés son altas”, dice.

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