Para revertir las pérdidas que generó al sector porcicultor mexicano el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el gremio pidió al gobierno renegociar la homologación de estándares sanitarios y de los procedimientos de revisión en las aduanas fronterizas.
El presidente de la organización de Porcicultores de México, Heriberto Hernández Cárdenas, dijo que expusieron al gobierno la problemática, por lo que confió en que el equipo negociador presente las propuestas.
Mientras en México son aleatorias las revisiones para la importación de carne de cerdo, principalmente espaldilla y pierna, en Estados Unidos se revisa 100% de los cargamentos.
Expuso que fueron de los perdedores del TLCAN, porque además de que se incrementaron las importaciones de carne de cerdo estadounidense, ésta entra con un precio por debajo del real.
En 1993, antes de que entrara en vigor el tratado, la producción nacional de carne de puerto fue suficiente para abastecer a 85% del consumo interno, pero en 2016 el porcentaje se redujo a menos de 60%, el resto se importa de Estados Unidos.
Hernández Cárdenas dijo que el sector porcino no se puede abrir más. Para el líder porcicultor no habrá afectaciones por algún cambio de la regla de origen que propondría Estados Unidos, porque la propuesta se daría para el sector manufacturero.
Explicó que con la actual apertura el mayor problema que enfrentan es que el producto entra por debajo del precio real, aproximadamente entre 16% y 30% abajo de lo que cuesta.
“Estamos siendo desplazados por producto a precio dumping, a pesar de que los productores nacionales son más eficientes, al incorporar mayor tecnificación en sus procesos. Definitivamente el ganador del TLCAN son los americanos”, añadió.
Dijo que a pesar de que los estadounidenses incurren en importaciones desleales, la industria mexicana porcícola crece 1.2% anual.
Aunque el gremio puede tener un mejor comportamiento si se impulsara la exportación de costillas o de otros productos que no se pueden vender en Estados Unidos, porque la autoridad de ese país no reconoce que México está libre de la fiebre porcina clásica, a pesar de que hay instancias internacionales que dieron al país ese estatus sanitario.
Hernández Cárdenas expuso que en 2016 se produjeron 875 mil toneladas de carne de puerco y se importaron 700 mil toneladas en el país, procedentes de Estados Unidos. Mientras que en la primera mitad de 2017 la cifra de producción fue de 450 mil toneladas, lo que permite pronosticar que se rebasará ligeramente la elaboración actual.