Navidad está a la vuelta de la esquina y con ello el consumo que casi se nos presenta de manera inevitable por las tiendas y en general, por todas las marcas que aprovechan estas fechas para utilizar sus mejores estrategias para incentivar la compra.
En estas fechas se gasta más de lo que se hace durante el año. Según TNS, el gasto promedio en 2016 fue de 3 mil 517 pesos y se estimó que se obsequiaron seis regalos en promedio, es decir, ropa, zapatos, artículos electrónicos y demás objetos que los mexicanos se apresuran a comprarle a sus seres queridos. Por su parte Deloitte encontró que las cenas de Navidad y de fin de año es lo primero que dijeron tener en mente sus encuestados al elaborar su lista de compras para esta temporada (80%), seguido por la ropa (68%), las mejoras o reparaciones de la casa (63%) y los regalos de Navidad (46%).
Sin embargo, los mexicanos están preocupados por el dinero. Según la encuesta Compras de fin de año 2017 realizada por Deloitte, la mayoría piensa gastar menos esta Navidad en comparación con el año anterior. ¿Por qué? Principalmente porque quieren reducir deudas (63%), ahorrar (54%), están preocupados por la economía (44%) y porque la situación financiera de la familia es peor que la de 2016 (32%).
Una encuesta de Sodexo arroja que el dinero es uno de los factores de presión para los empleados durante esta época, junto a la carga de trabajo y las compras de fin de año, lo cual se suma al estrés generado en estas fechas. 64% tiene como preocupación principal el dinero, seguido de los regalos de Navidad, según 27%.
Hay otra parte que sí va a darle juego al consumo. Una tercera parte —según Deloitte— va a gastar lo mismo o más en las compras navideñas, porque las condiciones económicas de la familia han mejorado y porque quieren renovar objetos personales.
¿Te has preguntado por qué compras lo que compras? Es completamente entendible que vayas al supermercado a proveer los insumos de la cena, pero si apenas cae el aguinaldo piensas irte al centro comercial para ver qué se te pega y gastarte esta cantidad, quizá algo puedas cambiar para mejorar la forma en la que consumes, porque la realidad es que no te hará feliz.
Quizá ésta es una de las razones por las que compramos en exceso. Buscamos la satisfacción y la felicidad al comprar para cerrar bien el año y de no sentir las ausencias que se suelen sentir en estas fechas, pero este sentimiento que buscas será tan corto que te preguntarás si valió la pena la endeudada.
Un estudio publicado en el Journal of Happiness Studies examinó varias experiencias y actividades relacionadas con el bienestar navideño, tales como el consumo y la espiritualidad. “El estudio investigó muchos de estos temas, descubriendo que la familia y la religión proporcionan el mayor beneficio para el bienestar en las fiestas, mientras que los aspectos materialistas de las vacaciones contribuyeron poco a la felicidad navideña o fueron asociados con menos felicidad y más estrés”, sostiene el análisis. Pasar estas fechas en familia, puede traerte más satisfacción que dar el tarjetazo.
Tampoco se trata de llegar al extremo, de sólo pasar tiempo con la familia y cortarle por completo la rienda al consumo, sino de hacerlo responsablemente.
Varios estudios apuntan a que las experiencias hacen más felices a las personas que las posesiones, y que hay de compras a compras si se trata de hablar de satisfacción.
En consecuencia con este planteamiento, un estudio elaborado por la Cornell University encontró que realizar compras que se relacionan con experiencias generan un disfrute mucho mayor incluso antes de que se haga la compra. Seguro te ha pasado que con tan sólo planear un viaje te pones contento, ¿cierto? Tiene que ver con esto. Es que tu mente trabaja de manera más abstracta a la hora de pensar en futuras experiencias y esto lo hace más significativo y gratificante, encontró el estudio.
Este estudio identificó que aquellos que hacen fila para comprar boletos para alguna experiencia están de mejor humor que aquellos que se forman para adquirir objetos. A partir de este planteamiento, es fácil entender por qué los compradores del Black Friday o de ofertas navideñas en Estados Unidos se pongan tan violentos año con año.
Consumir de forma responsable
Ahora bien, a la hora de gastar también viene la responsabilidad. “Consumir responsablemente es adquirir esas cosas que necesitamos o incluso algún regalo para nosotros mismos pero sin endeudarnos ni llevar la tarjeta de crédito hasta el tope”, explica el académico en el área económico administrativa de la UNAM.
Así, antes de pasar la tarjeta viene la reflexión. ¿Es un bien que realmente necesitas? ¿Es algo que te estás comprando por gusto? Si es la primera ten cuidado de comparar antes de comprar. Es otra de las reglas de oro de las finanzas personales que si sigues te hará ahorrar una y otra vez. Este momento es excelente para aprovechar y comprar algún objeto de la casa que haga falta.
Y si es la segunda, es decir, si quieres comprarte algo de regalo para ti mismo, ¡hazlo! Sólo considera que no represente más de 30% de tu aguinaldo y que primero consideres pagar deudas si las tienes. Cuidado con consumir de manera irresponsable porque esto también genera, además de endeudamientos o descalabros financieros, deshechos irresponsables.