edgar.sigler@eluniversal.com.mx
Los hogares que resultarán excluidos el beneficio del reparto de televisores pueden requerir entre 2 mil y 9 mil millones de pesos para contar con los dispositivos necesarios para no quedarse sin el servicio durante este año, una vez que se apaguen las señales de los canales analógicos de TV abierta, según estimaciones de la consultora especializada Telconomía.
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) se encuentra en una campaña a nivel nacional para regalar hasta 13.8 millones de televisores con el objetivo de que al menos el 90% de los hogares de menos recursos inscritos en la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) puedan recibir las señales de TV abierta antes de que se dé el apagón analógico a fin de año.
Pero existe un universo de 2.3 millones de hogares que no van recibir este regalo por parte del gobierno y que deberán buscar por sus propios medios conseguir la tecnología para tener servicio, destacó el analista de la consultora Telconomía, Jesús Romo.
“El panorama nacional de la TDT permite ver que el programa de trabajo del gobierno federal no es suficiente para atender a todos los hogares en México”, destacó el especialista en un estudio divulgado este miércoles.
Si se quisiera cubrir a este universo de hogares en riesgo de quedarse sin servicio, ya sea porque no cuentan con un televisor digital, un decodificador o una suscripción de televisión de paga- con una tele, esto costará cerca de 8 mil 700 millones de pesos.
A partir de aquí se pueden tener varios enfoques, pues si se descarta que existen cerca de 1.6 millones de casas que hasta el año pasado no contaban siquiera con un televisor, entonces queda un universo de 717 mil hogares que sólo tienen un aparato que recibe las señales analógicas, pero que no recibirán un equipo por parte de la SCT. Entonces, este grupo puede requerir casi 2 mil 700 mdp para adquirir un televisor digital.
“Los hogares que deben hacer la transición sin un apoyo directo del gobierno deberán gastar entre 600 y 3 mil 741 pesos por hogar para contar con un dispositivo que sintonice la TDT y se espera que el gasto general nacional de esta transición no asistida sea de al menos 430 millones de pesos”, detalló.
Romo añade que esta transición a la Televisión Digital Terrestre (TDT) también debe valorarse por regiones, pues existen estados como Chiapas o Oaxaca donde la tasa de hogares sin un televisor asciende a 16%, frente a otras entidades como Michoacán, que apenas llega al 1.9%.
“El análisis por entidad permite ver que la política de TDT ejecutada por el gobierno federal puede tener impactos distintos. Por ejemplo, en Oaxaca y Chiapas el efecto sería más notorio si el programa contempla cubrir a hogares que no tienen televisor, pues aumentaría la disponibilidad de esta tecnología por hogar, siempre y cuando estos tengan cobertura de señal de TDT”, explica Romo.
El especialista subraya que con los datos que ha ofrecido la SCT se puede deducir que van a existir entidades como el Estado de México o Jalisco donde, si bien más del 90% de hogares empadronados a Sedesol van a recibir su televisor, al final el número total de casas donde peligrará la continuidad del servicio puede superar el 20%.
“Si el criterio del gobierno federal fue gastar en receptores más caros, pero limitar el número de beneficiarios a los hogares empadronados, y en las entidades se registran proporciones de hogares sin transitar por encima del 10%, debe formularse la pregunta de si no hubiera sido más eficiente un programa que contemplara receptores más baratos”, expresó Romo.
El gobierno federal se ha comprometido a repartir cerca de 10 millones de televisores en el país durante este año.