En la banca o en la cancha, los futbolistas extranjeros que juegan en México ganan con la depreciación del peso frente al dólar.
Para muestra un botón, André-Pierre Gignac, jugador de origen francés que forma parte de los Tigres de la Universidad Autónoma de Nuevo León y considerado como el mejor pagado en el país, gana 4.2 millones de dólares al año según cifras de Forbes. Lo anterior significa que a su llegada a México, en junio de 2015, su ingreso representaba 65 millones de pesos y a febrero de 2016 la cifra ascendió a 76.4 millones de pesos.
Pero no solo los jugadores extranjeros tienen este beneficio. Hay algunos mexicanos que cobran en dólares como Oribe Peralta, cuyo ingreso estimado por Forbes es de 2.5 millones de dólares anuales, por lo que a inicios de febrero de 2015 se estimaba que tenía un sueldo de 37.1 millones de pesos y un año después, en febrero de 2016 su ingreso escaló a 45.5 millones de pesos, un incremento de 8.4% y sin necesidad de negociaciones con el Club América para elevar su salario.
Expertos en futbol coinciden en que los jugadores extranjeros en México tienen un beneficio inmediato gracias al tipo de cambio.
Equipos ante aumentos. Thelma Herrera, abogada experta en derecho del futbol, asegura que los jugadores extranjeros tienen ingresos en dólares y no están dispuestos a perder dinero a causa de las depreciaciones, por lo que desde hace casi 10 años se han negado a que su sueldo se ate al tipo de cambio del momento en el que firman sus respectivos contratos.
“Ellos [los jugadores] toman sus medidas de seguridad, afianzan su patrimonio porque sienten que el dólar es estable y vemos que es verdad”, dice.
Quienes resultan afectados con la pérdida de valor del peso frente al dólar son los propios clubes, pues, además de pagar sueldos millonarios en dólares, absorben la carga fiscal.
Ángel Iván Olvera, director de la licenciatura en Economía y Finanzas del ITESM CCM, explica que los clubes necesitan recuperar el gasto que genera la depreciación del peso y lo trasladan a los aficionados y a los contratos de publicidad.
Para evitar este tipo de gastos inesperados, Olvera recomienda a los clubes fijar el tipo de cambio o usar derivados financieros para asegurar un pago en dólares que puede ser modificado a la baja por el equipo.
“Se puede jugar con este instrumento financiero que sólo aplica cuando lo quieres, si fijas el tipo de cambio en 17 pesos por dólar y el tipo de cambio está en 18 pesos ejerces tu derivado, en caso de que el tipo de cambio esté en 15 pesos por dólar, no te conviene comprarlo en 17 pesos y en ese momento lo compras a precio de mercado”, detalla el experto.
Los actuales y futuros futbolistas mexicanos además de que pueden verse beneficiados con esta alza del dólar son alternativa para los clubes.
Hervé Prado, experto en futbol en la consultora De la Riva Group, dice que la depreciación del peso frente al dólar se convierte en una oportunidad para los equipos.
“En este momento de una crisis del dólar los clubes tienen enfrente una oportunidad, de desarrollar jugadores, talento, fuerzas básicas que sean una inversión para sus equipos”, subraya Prado.