A nombre de la facilitación comercial y con el fin de lograr un tránsito más ágil de los mil 500 millones de dólares de mercancías que comercian a diario México y Estados Unidos, el gobierno mexicano pretende hacer reformas a la ley que permitan a los agentes estadounidenses de aduanas portar armas en la revisión de mercancía en este territorio, lo que genera la duda de “hacia dónde vamos” y “por qué” se recurre a la medida, aseguró el presidente de la Confederación de Asociaciones de Agentes Aduanales de la República Mexicana (Caaarem) Víctor Hugo Gamas Luna.
Explicó que para los mexicanos representa un atentado el permitir que servidores públicos de otros países porten armas, pero la visión de los estadounidenses es que ellos son la autoridad policiaca en materia de comercio exterior y aduanas.
El proyecto data de los acuerdos que se firmaron entre los presidentes de ambos países en febrero de 2014, cuando se fijaron medidas para un rápido flujo de mercancías, concretamente que ya no se detengan en fronteras, ya que serían revisadas en el territorio de origen de los cargamentos.
La diferencia es que mientras los funcionarios de aduanas de México no portan armas, en Estados Unidos sí, lo que genera preguntas de por qué debería permitirse en nuestro país esto, expuso el líder de los agentes aduanales en entrevista.
Acciones para agilizar tránsito.
Gamas Luna mencionó que se han implementado otras medidas para permitir que la mercancía salga más rápidamente por las fronteras, además de que existen procedimientos que agilizan la importación, como el llamado régimen de “tránsito de mercancías” que considera la Ley Aduanera, el cual consiste en trasladar un cargamento bajo control fiscal, de una aduana nacional a otra.
Por ejemplo, la mercancía que ingresa por el puerto de Manzanillo se recibe en la aduana de dicha localidad y después se envía a la Aduana de México para realizar ahí la importación definitiva. También puede ser que desde la Aduana de Guadalajara se envíe tequila en tránsito hacia la Aduana de Lázaro Cárdenas para enviarse al extranjero y solamente se revisa en una aduana, detalla.
Aduaneros mexicanos desarmados.
De igual forma, existe un proyecto piloto en el que funcionarios de aduanas mexicanos, sin portar armas, están en el aeropuerto de Laredo, Texas, revisando mercancía que exportarán empresas estadounidenses a México.
Pese a lo anterior, hace unas semanas el gobierno federal envío una iniciativa para modificar el artículo 28 de la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos, en el que se explica que “con base en el principio de reciprocidad, la Secretaría de la Defensa Nacional podrá autorizar la portación temporal de armas a los servidores públicos extranjeros de migración o aduanas, debidamente acreditados ante el gobierno federal”.
Esto aplicará para aquellos que “participen en la revisión migratoria en los puntos de tránsito internacionales o el despacho conjunto de mercancías en las aduanales nacionales”, proyecto que ya analizan los senadores, explicó Gamas Luna.
Amparos.
Alrededor de 100 agentes aduanales esperan que en el transcurso de los próximos 12 meses los jueces definan si es procedente o no el amparo que impusieron en contra de la Ley Aduanera de diciembre de 2013, que plantea que una vez que se retiren o fallezcan no podrían transferir su patente, como lo permitía la legislación anterior.
El gobierno federal les permite hasta el 31 de diciembre de 2015 definir a los aproximadamente 900 agentes aduanales si se quedarán con la patente, los que ya la tienen, o si presentarán candidatos para que los sustituyan. En la primera situación hay 20% de agentes y en el segundo supuesto se encuentran poco menos de 500 personas.
Gamas Luna dijo que “en la ley anterior los agentes aduanales tenían una facilidad para nombrar a un sustituto” que evaluaba la autoridad, pero con la reforma se modificó el artículo y se dejó sin efecto ese beneficio.
Los agentes aduanales “percibimos que no es lo correcto porque teníamos un derecho en ley que se quita y ya no se tendrá. Por eso nuestro argumento es que se debería tener continuidad de los negocios en marcha, para que en el momento que ese agente aduanal no esté en posición de continuar operando y no se pierda la inversión hecha.
Calzado y autos usados.
Sobre los agentes aduanales que junto con algunas empresas utilizaron un amparo para no pagar aranceles en las importaciones de autos usados, telas, confecciones y calzado, Gamas Luna dijo que ahora que se les negó esa figura legal, deberán definir si pagarán los impuestos que no se cubrieron o si se buscan otras vías de defensa.
Después de analizar el recurso legal, los jueces determinaron que no se les otorgaría en definitiva. Pero ahora el tema es fiscal, porque la autoridad reclama a la empresa y a los agentes aduanales, que son responsables solidarios, los impuestos que debieron pagarse por esa mercancía, agregó.
El SAT calculó que las ganancias por las importaciones con amparo de prendas de vestir, telas y calzado podrían rondar los mil 500 millones de pesos, además de que la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz calculó que hasta febrero había 22 amparos vigentes por los que se importa 95% del total de vehículos usados.